El humanismo
Departamento de letras – Jornada nocturna.
L4.02 Literatura europea (española) del Renacimiento.
Dr. Mario René Dardón.
PEM en Lengua y Literatura.
Patricia Hernández Osoy, Carné: 201411031
Julio Saúl Paniagua Martínez, Carné: 201406221
El humanismo
Como
inicio de la presente investigación se adjunta dos breves definiciones de lo que
significa la palabra “Humanismo” según dos textos; dice La Enciclopedia al respecto:
Cultivo de las humanidades. Movimiento
renacentista que propugna el retorno a la cultura grecolatina como medio de restaurar
los valores humanos. Doctrina o actitud vital basada en una concepción
integradora de los valores humanos. Lit. Corriente del Renacimiento, fundada en
el estudio e imitación doctrinal de los autores antiguos. (2004: 7836).
Y otra
definición sobre este término es la siguiente según el diccionario Larousse:
“Conjunto
de tendencias intelectuales y filosóficas cuyo objetivo es el desarrollo de las
cualidades esenciales del hombre. Movimiento intelectual que se desarrolló en Europa
durante el siglo XVI para renovar el estudio de la lengua, literatura y civilización
clásicas”. (García Pelayo y Gros, 2006: 295).
No
está nada mal asociar a estas dos definiciones otros vocablos como: humanidad,
humanista, humanístico, humanitario, humanización, humanizar y por supuesto la
palabra especial: humano; todos estos términos relacionados con el humanismo
resultan de gran coherencia después de estudiar un poco en que consistió este
movimiento y la cultura greco-latina; su manera de pensar, de ver el mundo. Y
es que se da el caso, sin exageración alguna, que todos los términos mencionados
anteriormente tienen como fin consecuente un buen sentido de vida; que el
humano como especie trascienda tanto individualmente como colectivamente en
muchos aspectos exteriores e interiores, por el bien de su existencia en sí y
el bien de este planeta.
No
está nada mal asociar a estas dos definiciones otros vocablos como: humanidad,
humanista, humanístico, humanitario, humanización, humanizar y por supuesto la
palabra especial: humano; todos estos términos relacionados con el humanismo
resultan de gran coherencia después de estudiar un poco en que consistió este
movimiento y la cultura greco-latina; su manera de pensar, de ver el mundo. Y
es que se da el caso, sin exageración alguna, que todos los términos mencionados
anteriormente tienen como fin consecuente un buen sentido de vida; que el
humano como especie trascienda tanto individualmente como colectivamente en
muchos aspectos exteriores e interiores, por el bien de su existencia en sí y
el bien de este planeta.
Hay
que detallar muy brevemente en que se fundamentaba la educación de las civilizaciones
clásicas. Para los primeros, los griegos había un concepto llamado: “Paideiva”.
La
Paideiva era, para los antiguos griegos, el proceso de crianza de los niños, entendida
como la transmisión de valores (saber ser) y saberes técnicos (saber hacer)
inherentes a la sociedad.
La
paideiva se centraba en los elementos de la formación que harían del individuo
una persona apta para ejercer sus deberes cívicos. Bajo el concepto de paideiva
se agrupan elementos de la gimnasia, la gramática, la retórica, la poesía, las
matemáticas y la filosofía, que se suponía debían dotar al individuo de
conocimiento y cuidado sobre sí mismo y sobre sus expresiones. (Wikipedia: paideia,
2018: párr. 1 y 2).
“A los
siete años el niño comienza su paideiva, o formación cultural, pasando a la escuela,
siempre de profesores particulares, donde cursaban tres asignaturas: gramática,
música y gimnasia”. (Cabanillas, 2003: párr. 4).
Para
los segundos, los romanos:
Los
padres fueron los que educaron a los hijos en la Roma de los primeros tiempos.
Las costumbres, las creencias y las leyendas iban pasando así familiarmente de
unas generaciones a otras. Generalmente, era la madre (si sabía) la que
enseñaba a leer, escribir y hacer cuentas. El padre procuraba irle enseñando
las leyes y costumbres de todo buen ciudadano romano.
Con la
expansión de Roma, sobre todo al conquistar Grecia, se hizo necesario abrir
nuevos caminos en el mundo de la educación. (Wikipedia: educación en la antigua
Roma, 2018: párr. 11 y 12).
Así
que, la educación en la Antigua Roma, desde los últimos siglos de la República
romana, era un mecanismo vinculado a la élite social, que proporcionaba a sus
hijos una educación al modo griego.
El
lugar del concepto de paideiva fue ocupado en Roma por la humanitas, que en
textos de Cicerón significa claramente cultura, educación y pedagogía propias
del hombre libre y a la cual están relacionadas todas las disciplinas. Humanitas
llegó a indicar el desarrollo de las cualidades que hacen al hombre un ser
verdaderamente humano, que lo enriquecen con una cultura y lo diferencian del
bárbaro. El concepto implicaba por tanto la construcción del hombre civil que
vive y opera en la sociedad humana. De aquí proviene la designación de “humanidades”
para los estudios vinculados a la cultura y el movimiento ideológico,
filosófico, pedagógico y cultural conocido como Humanismo que caracterizó el
Renacimiento grecolatino en Europa. (Wikipedia: paideia, 2018: párr. 4).
El
sistema educativo (Ludus Litterarius) de este gran imperio se dividió en tres niveles
de enseñanza: las escuelas a cargo de un ludi magister (“maestro”), que impartían
la educación elemental (Ludus Principalis). Las escuelas a cargo de un ludi
grammaticus (“gramático”), que correspondían a lo denominado actualmente
enseñanza secundaria (Ludus Grammaticus). Las escuelas a cargo de un ludi
rhetor (“retórico”), establecimientos de educación superior que iniciaban con
la retórica y, seguían con la enseñanza del derecho y de la filosofía, una
especie de universidad. (Ludus Rhetoricae). (Wikipedia: la educación en la
antigua Roma, 2018: párr. 14).
“Se
considera que el origen del término humanismo se encuentra en Cicerón, que utiliza
humanus, humanitas para designar al hombre como agente de una serie de actividades
que podrían designarse como espirituales o culturales”. (La Enciclopedia, 2004:
7837).
¿Pero
por qué Cicerón le da el nombre de humanitas a esta serie de actividades?
Manteniendo
la formalidad de la presente investigación, se tuvo el privilegio de encontrarse
con un documento en la inmensa red de internet, documento que al parecer forma
parte de una revista de filosofía, donde se explica muy detalladamente la
respuesta de la pregunta anterior. El documento tiene por nombre: La idea de
humanitas en M.T. Cicerón, por Ángel Martínez Sánchez.
Pues
explica el documento que, en Roma después de la conquista de Grecia, la afluencia
de extranjeros que llegaban a esta tierra era demasiada que se tienen que
promulgar nuevas leyes que sean más favorables para estos, ya que ley para antes
de modificarse no les permitía, a los extranjeros, ejercer una vida pública. En
esta ola de extranjeros que llegan al país hay alguien llamado Aulo Licinio Arquias,
a quien el estado romano, por una denuncia, lo acusa de ser extranjero no
registrado en cierta ciudad; entonces aparece la figura de Cicerón a defender a
unos de sus maestros durante su vida a través de una carta. En esta carta donde
expone varias razones por las cuales Arquias tendría que merecer la ciudadanía menciona,
hay una especial que menciona el documento: que tendría que concedérsele la
ciudadanía al poeta porque ha alcanzado una formación de índole humanística:
Esto
es, que cualquier persona que por su formación y sus méritos intelectuales haya
adquirido un modo de pensar específico y viva según la forma mentis propia de
la humanitas, ha conquistado con creces el derecho de ciudadanía romana (…)
Desde su punto de vista, las artes liberales son estudios que no apartan al
hombre de su comunidad ni lo recluyen en un retiro (otium) cívicamente
improductivo. La idea central es, por tanto, que la inmersión del ciudadano en
el estudio de las artes liberales, que no son el arte por el arte, sino el arte
por la vida, revierte sus frutos en el interés público, en la insistencia de
que es la comunidad entera la que se beneficia del cultivo de las letras (…) Quienes
hicieron las palabras latinas llamaron humanidad a lo que los griegos llamaban
paideiva, con esto queremos decir el conocimiento y formación en las artes
humanas. Los que desean sinceramente y se cultivan en estas artes son los más
humanos, pues el cuidado y dedicación a esta ciencia sólo al hombre le ha sido
concedida entre todos los vivientes y, por eso, la llamamos humanidad. (Martínez
Sánchez, 2014: párr. 4 y 11).
Plantea
también este documento que para los romanos habían cuatro virtudes cardinales
por las cuales se podían acceder a las humanitas:
Bien
consiste en el diligente y exacto conocimiento de la verdad (sabiduría práctica/prudencia);
o en la defensa de la sociedad humana dando a cada uno lo suyo y observando la
fidelidad de los acuerdos (justicia); o en la grandeza y vigor de un alma
excelsa e invicta (fortaleza/magnanimidad); o en el orden y medida en cuanto a
lo que se hace y se dice (templanza). (Martínez Sánchez, 2014: párr. 26).
Pues
bien, ya descubriendo un poco como era que los clásicos concebían su idea de
cultivarse y desarrollarse, y tal vez incluso hasta perfeccionarse a sí mismos,
podemos ir detectando poco a poco, cada vez más claro, que tipo de pensamiento era
al que se empezaron a asir y a emplear los precursores y grandes personajes del
humanismo. Hay que considerar también que la intención del humanismo y luego
del renacimiento es la de desligarse del pensamiento medieval y de los patrones
que imponía en ese entonces la iglesia; y que manera más perfecta de alejarse,
o mejor dicho: mejorar, este tipo de razonamiento (porque la edad media tuvo
muchos aportes magníficos para la humanidad también) que rememorando la sabiduría
y los conocimientos que ofrecían los autores greco-latinos.
Pero
para seguir comprendiéndolo mejor aún hay que avocarnos indudablemente a una
parte de la historia y traer a la mente diversos acontecimientos trascendentales
que marcaron la historia de Europa y que luego incidirían a que se diera el
fenómeno del humanismo y posteriormente el renacimiento:
Como
primer hecho histórico hay que mencionar el tiempo que comprende la edad media:
del siglo V al siglo XV de nuestra era. La edad media empieza con la caída del
Imperio Romano Occidental; hay que recordar que el imperio romano estaba dividido
en dos: imperio romano occidental e imperio romano oriental (no fue así de
inicio). La parte occidental cae por manos de los bárbaros durante el siglo V. Estos
solo pueden contemplar una pequeña parte de la antigua civilización. Pero el
imperio oriental, que luego será llamado: Imperio Bizantino, puede perdurar su existencia
durante casi diez siglos, hasta que en 1453 sucumbió ante el poder de los
turcos. Hay que mencionar con énfasis un hecho muy, pero muy importante que
sucedió antes de la caída del imperio romano occidental: este imperio ya había
adoptado la fe cristiana como religión después de haber empezado su dominio con
diferentes creencias o tradiciones. ¿Por qué se menciona esto? Porque la
iglesia católica es la que va a mantener como una ligera llama la cultura greco-latina.
Ejemplo: las autoridades de la iglesia ejercían sus liturgias o lecturas de sus
textos en latín. La formación que recibían los ministros de la iglesia católica
era sobre la cultura clásica, claro está que supeditada bajo los cánones que se
podían permitir. Y así sucedió hasta que aparecieron grandes personajes precursores
del humanismo como: Dante Alighieri, Francis Petrarca, Giovanni Bocaccio como
los más conocidos, entre otros, quienes rompen con los estrictos márgenes que
dictaba la iglesia católica en ese entonces.
El
segundo hecho histórico que se puede mencionar es la magnitud del valor del imperio
bizantino. Este imperio, a pesar de que también tenía como religión la fe cristiana,
discrepo durante mucho tiempo con el imperio romano occidental; diferencia que
tiene fin cuando Bizancio busca un acuerdo con la iglesia católica, a cambio de
recibir defensa para Constantinopla, capital del imperio.
Sólo
cuando los bizantinos se establecen en Italia como diplomáticos y, a seguida,
como maestros; sólo cuando filósofos y gramáticos griegos reúnen en derredor
suyo a la juventud italiana podemos decir que la obra del Renacimiento,
iniciada en época anterior, se halla ya en pleno avance; tan pronto como el
interés general se ha extendido sobre la Antigüedad romana vuélvense los ojos a
la Antigüedad griega. Se empieza a considerar ambas culturas como una unidad, y
de la penetración de esa unidad en los elementos cristianos y nacionales con
los cuales se mezcla, nace la cultura del Renacimiento que, por eso, presenta
caracteres análogos en todos los países europeos, y, a la vez, algunos rasgos
especiales en cada uno de ellos. (Franz Arnold, 1904: 22).
Y como
tercer hecho histórico se puede mencionar que la cuna del humanismo y del
renacimiento es Italia, con un mecenazgo que es vital. Un factor a tomar en cuenta
para que este país haya sido la cuna de estos movimientos es, que la gente de
este pueblo se percata del significante valor de sus antepasados al convivir y
relacionarse con ellos indirectamente como por ejemplo, a través de ruinas o de
sus obras.
Así
pues:
Todos
los esfuerzos de aquel tiempo, dirigidos a resucitar la literatura antigua, se
comprenden bajo el nombre de humanismo, considerándose éste como el preludio o
el primer acto del complejo cultural del Renacimiento. Su programa inicial era
ante todo: estudio de los antiguos, interés por su cultura y respetuosa admiración
hacia ella. (Franz Arnold, 1904: 23).
Renacimiento.
Quattrocento:
La
palabra italiana Quattrocento significa cuatrocientos y surge en Florencia; se usa
para designar a uno de los períodos más importantes del panorama artístico europeo.
El Quattrocento es la primera fase del movimiento conocido como Renacimiento,
que se iniciará en Italia en el siglo XV y que, a diferencia de la Edad Media,
el arte y el pensamiento giran en torno a Dios, en el Quattrocento se recuperan
los ideales de la Antigüedad grecorromana, arte y pensamiento giran en torno al
hombre, al que se considera medida de todas las cosas, de este modo, la cultura
perdió su contenido absoluto y objetivo y se convirtió en una cultura individualista
y crítica. En esta época aparece la figura del artista genial, por lo que se
abandona definitivamente el anonimato, y surge el taller del maestro, que es quién
recibe los encargos de los clientes.
Cinquecento
Si
Florencia había sido la ciudad del Quattrocento italiano, Roma será la del Cinquecento;
a lo largo del siglo XVI la capital artística de Italia va a “trasladarse” a
Roma, principalmente por la enorme influencia del Papado, el cual se convertirá
en gran protector de los artistas y contratante de obras (además, debido a su enorme
herencia clásica, continuaba siendo una ciudad con un enorme tránsito de artífices
a la búsqueda de aprendizaje). A lo largo del período correspondiente al alto
Renacimiento italiano, denominado Cinquecento, el arte se verá obligado a adecuarse
a las normas que el decoro imponga, circunstancia derivada del hecho de que la
mayor parte de las obras serán encargos destinados a la decoración de edificios
religiosos. Junto con esto, hay que añadir que el arte renacentista clásico alcanzará
en estos momentos su culminación, además de que el espíritu revisionista y
exhaustivo propio del Renacimiento dará origen a la aparición de tratados
compendiosos del lenguaje empleado, sin olvidar tampoco que ésta será una época
condicionada artísticamente por el quehacer de grandes figuras tales como
Miguel Ángel, Rafael o Leonardo da Vinci.
Con
respecto a la división que suele establecerse del siglo XVI italiano en lo que respecta
al arte se puede decir que, a rasgos generales, el clasicismo adquirirá una
potencia enorme durante la primera mitad del siglo siendo sustituido, a lo largo
de la segunda, por un barroquismo de las formas correspondiente al sentir manierista.
La Ruptura con la Edad Media
La
naturaleza humana cambia poco. Los hombres siempre han deseado alimentos y
calor, han criado familias, se han sentido más felices en los días de sol que
en los de lluvia, han amado la paz y librado guerras, han creado delicadas
obras de arte y cometidos terribles. Pero ha habido períodos en la historia en
que pensaron que su vida y sus ideas distinguían claramente su época de la
anterior. El más famoso de estos períodos es quizá El Renacimiento. Los hombres
del Renacimiento consideraron que en su tiempo la humanidad cambió fundamentalmente.
Florencia
o Roma en la época de Petrarca, Maquiavelo y Leonardo da Vinci. En realidad,
ese importante acontecimiento que llamamos el Renacimiento empezó en Italia en
las postrimerías de la Edad Media, hacia el año 1300 d.C. Giotto, el pintor más
revolucionario de aquel tiempo, tenía entonces 33 años; Dante, autor de La
Divina Comedia, contaba con 35 años. Al mediar el siglo XIV el Renacimiento era
ya un movimiento cultural claro y distinguible. En el transcurso de los
siguientes 200 años (hasta el saqueo de Roma por las huestes del Emperador
Carlos V) el mundo de Dante y Giotto fue transformado. Los hombres y la
naturaleza ya no fueron tratados como generalizaciones sino como seres y cosas
individuales, que resultaban de interés simplemente por lo que eran.
Los
italianos del Renacimiento fueron los que inventaron la expresión “edad del oscurantismo”.
Consideraron que la invasión de Roma por los bárbaros había sido como la caída
de un velo burdo, y los diez siglos subsecuentes como un período de catalepsia.
Para ellos era un deber y una alegría levantar ese velo, insuflar vida a la
literatura, a los monumentos y los valores que hicieron la grandeza de la antigua
Roma imperial.
Aportaron
a esta tarea una creciente confianza reforzada por la existencia de hombres
geniales en cada rama del saber y del arte. Había poetas y eruditos, como
Petrarca y Boccaccio, escultores como Donatello, arquitectos como Brunelleschi,
pintores como Masaccio para mencionar tan sólo a unos cuantos.
El Mosaico de Italia.
Sólo
en el siglo XV, en respuesta a las innovaciones del arte florentino, el resto
de Italia buscó en sí mismo un estilo indígena para pintar, esculpir y
edificar. Para comprender el Renacimiento no sólo es necesario seguir la suerte
de todas ellas, sino que es esencial entender que Italia, en su diversidad
brindó oportunidades únicas al arte, la política y los negocios.
Usos y Costumbres.
Fue la
Italia del Renacimiento la que creó para el resto del mundo de Europa y una posteridad
más y más urbanizada el arte de vivir en las ciudades. La ciudad italiana era
más que un mercado o un centro de administrativo: era un lugar en el que un
hombre podía pasar toda su vida, que proporcionaba toda clase de empleos y
diversiones no sólo a una burguesía con un creciente nivel de confort y cultura
sino una nobleza que en el resto de Europa prefería vivir en aristocrático aislamiento
en sus propiedades rurales.
El
nuevo propósito educativo fue puesto en práctica por los dos maestros más influyentes
del Renacimiento: Vittorino da Feltre y Guarino da Verona. Vittorino creía en
el lema de enseñar deleitando. Enseñaba a deletrear y a leer con ayuda de
letras móviles y la aritmética simple mediante juegos.
Florencia Dínamo Intelectual.
A
pesar de la riqueza de Venecia y el poderío de Roma, pensar en la Italia del Renacimiento
es pensar, sobre todo, en Florencia, que encabezó a las demás ciudades
italianas en osadía y logros. Florencia no sólo produjo una serie de grandes
hombres, sino que mantuvo un clima de investigación y experimentos que hizo de
ella un gran laboratorio. Fue el terreno de prueba de la mayoría de las ideas
políticas y artísticas del Renacimiento. Desde principios del siglo XIV hasta mediados
del XVI ninguna otra ciudad de Italia ni de Europa tuvo tan constante afán de
logros intelectuales. Veamos la lista de grandes figuras del Renacimiento italiano:
en poesía, Dante y Poliziano; en prosa, Boccaccio y Maquiavelo; en pintura,
Giotto, Masaccio, Uccello, Verrochio, Fra Angelico, Fra Filippo Lippi, Botticelli,
Leonardo da Vince, Pontormo; en escultura, Donatello, Luca della Robbia,
Ghiberti, Miguel Ángel, Cellini; en arquitectura, Brunelleschi, Leon Battista Alberti,
Michelozzo, los hermanos Sangallo. Todos fueron florentinos. En filosofía el
nombre más destacado es el de Marsilio Ficino; en historia, los de Leonardo Bruni,
Guicciardini, Jacopo Nardi. Todos son nombres florentinos. Los bancos más famosos
en Europa durante el siglo XIV fueron los de Bardi y los Peruzzi; en el siglo
XV, el de los Médici. Todos fueron bancos florentinos. En verdad una familia florentina
se identificó cual ninguna con la cultura y la política del Renacimiento: la familia
de los Médici.
Triunfo del Arte.
Florencia
fue la principal precursora en la vida intelectual y cultural. La revolución en
las bellas artes que Florencia inició y llevó al término triunfal. Entre las
carreras de dos grandes florentinos Giotto y Miguel Ángel pasaron del arte
irreal y simbólico de la Edad Media al dominio de la ilusión: el arte que dio
la impresión de ser una representación exacta del mundo real.
El
movimiento empezó en Florencia y allí se desarrolló en gran parte. Recibió impulso
de tres generaciones cruciales. La primera a principios del siglo XIV, estuvo
dominada por Giotto. En la segunda, a principios del siglo XV, destacan los nombres
del pintor Masaccio y del escultor Donatello. La tercera, que abarcó las postrimerías
del siglo XV y el comienzo del siglo XVI, fue notable por Leonardo da Vinci y
Rafael y culminó en Miguel Ángel quien, como dijo el pintor Vasari, no sólo reprodujo
la naturaleza con perfección, sino que la superó para darnos su visión ideal y
profunda.
Una Élite Creativa.
El
deseo de reproducir el mundo real en pintura, mármol y bronce. Y junto a este fenómeno
apareció otro casi igualmente extraordinario: el cambio de posición social del
artista. En la Edad Media los pintores y escultores fueron artesanos como otros
y su posición no difería de la de los carpinteros o panaderos. El Renacimiento
presenció el resurgimiento de la idea moderna del artista como individuo, como
un genio que había juzgarse con normas diferentes de las que se aplicaban al
hombre común. El humanismo, la devoción por el arte y la literatura de los
clásicos, fue responsable de esto en gran manera. Por mucho que haya querido
obstaculizar la instintiva expresión de la individualidad del artista, le convirtió,
al educarlo, de artesano en hombre letrado.
Leonardo
da Vince personificó el espíritu del Renacimiento: todo lo exploró y experimento
casi en todo. Al morir había terminado sólo unas cuantas pinturas. Su curiosidad
por la naturaleza le llevó a profundizar en anotomía, botánica, geología, mecánica
y astronomía. En una colección de obras suyas firmó orgullosamente: “Leonardo
da Vince, discípulo del experimento”.
Leonardo
produjo los estudios anatómicos más hermosos y exactos de su tiempo. Obtuvo tan
precisos conocimientos al disecar más de 30 cadáveres hasta que finalmente el
Papa León X prohibió que le permitieran el acceso al necrocomio de Roma.
Guerra y Política
Para
los italianos del Renacimiento tardío ese año fue el de 1494 y el acontecimiento,
la invasión del ejército francés mandando por el Rey Carlos VIII. Durante las
dos generaciones siguientes Italia fue un campo de batalla y cuando el humo se
disipó y la sangre fue restañada sintieron que salvo aquí y allá en las artes,
la gloria de la península había desaparecido. Las tropas italianas fueron derrotadas
por franceses, españoles, alemanes y suizos. Las ciudades fueron saqueadas una
tras otra, incluso Roma. El mundo cerrado y tranquilo del siglo XV fue
destrozado. Justamente antes de que los franceses invadieran la Lombardía en
septiembre, como fin a su edad de oro.
El Renacimiento en el Norte
Las
ideas y logros culturales que relacionamos con el Renacimiento italiano culminaron
en la primera mitad del siglo XV, época de los grandes artistas creativos
Masaccio y Donatello, Brunelleschi y Alberti. Por entonces las condiciones
sociales de Italia permitieron que sus eruditos y artistas crearan una cultura de
calidad suprema y aunque Florencia fue a la cabeza, esta cultura fue compartida
por toda la península. Esto condujo a la creación de una atmósfera social e
intelectual en la que el genio pudo florecer, genio que se expresó en una nueva
y triunfal formulación de las más profundas reacciones ante Dios, el amor y la
naturaleza.
Esta
pauta apareció más tarde en el resto de Europa. Los principales años del Renacimiento
en Alemania, Francia, Inglaterra y España abarcan el siglo XVI y llegan,
incluso, al siglo XVII.
Durante
la Edad Media cada uno de ellos tuvo una vigorosa cultura nacional, como lo
demuestran las catedrales de alemanas y poetas tales como Geoffrey, en Inglaterra
y Francois Villon, en Francia.
Cronología (Ideas y Cultura)
1400,
primer Renacimiento Italiano el Quatrocento.
1401
Leonardo Bruni, escritor florentino, populariza el término humanistas.
1401,
Ghiberti gana el concurso para realizar el segundo par de puertas del
Baptisterio.
Leonardo Bruni, escritor florentino, populariza el término humanistas.
1403,
Brunelleschi y Donatello va a Roma para estudiar sus ruinas.
1415,
el humanista florentino Poggio Bracciolini descubre manuscritos clásicos. Donatello
esculpe a la estatua de San Jorge hasta 1417
1419,
Brunelleschi proyecta la cúpula de la catedral de Florencia.
1423,
Vittorino da Feltre establece su escuela en Mantua.
1427,
Masaccio pinta el Tributo.
1429,
Guarino establece su escuela en Ferrera.
1436,
Leon Battista Alberti escribe el primer tratado sobre la teoría de la pintura.
1440,
se inventó la imprenta por Johannes Gutenberg.
Donatello
funde en bronce a su David, primera estatua desnuda desde la antigüedad.
Lorenzo
Valla escribe su denuncia de la Donación de Constantino.
Fra
Angelico pinta la Anunciación.
1447,
el Papa Nicolás V funda la Biblioteca Vaticana.
1452,
Alberti escribe De re aedificatori, primera obra moderna sobre arquitectura.
1453,
Constantinopla cae en poder de los turcos; muchos sabios bizantinos se refugian
en Italia aportando manuscritos griegos.
1455,
Uccello pinta la batalla de San Romano.
1462,
se funda en Florencia la Academia Platónica dirigida por Marsilio Ficino.
1465,
en Subiaco, cerca de Roma, se establece la primera imprenta italiana.
1479-1499,
el gobierno de Ludovico Sforza señala la Edad de Oro del Renacimiento en Milán.
1480,
Botticelli pinta El Nacimiento de Venus.
1482,
Leonardo da Vince trabaja en la corte de Ludovico Sforza.
1486,
el humanista Pico della Mirandola escribe su Discurso sobre la Dignidad del Hombre.
1490,
es fundida en bronce la estatua del Condottiere Colleoni, de Verrochio.
Aldo
Manucio establece en Venecia la prensa Aldina.
1495-1498,
Leonardo da Vince pinta La Última Cena.
1503-1505,
Leonardo pinta La Mona Lisa.
1504,
Miguel Ángel termina la estatua de David.
Se
publica la novela pastoral de San Pedro.
1506,
descubrimiento de la escultura de Laocoonte Bramante traza los planos de San
Pedro.
1508,
Miguel Ángel empieza a pintar el techo de la Capilla Sixtina.
1510-1511,
Rafael pinta en el Vaticano su obra maestra, La Escuela de Atenas.
1513,
Rafael pinta la Madona Sixtina.
Maquiavelo
escribe El Príncipe.
1515,
Francisco I de Francia empieza a llamar artistas italianos a su corte.
1516,
se publica la epopeya de Ariosto Orlando Furioso.
1518,
Tiziano pinta la Bacanal.
1520,
aparece en la pintura el estilo manierista.
1524-1534,
Miguel Ángel esculpe las figuras para las tumbas de la Capilla de los
Médici.
1528,
se publica El Cortesano, de Castiglione.
1536-1540,
Guicciardini escribe La Historia de Italia.
1536-1541,
Miguel Ángel pinta El Juicio Final en la Capilla Sixtina.
1543,
Copérnico publica su obra sobre el Sistema Solar.
Vesalio
publica su tratado de anatomía humana.
1551,
Giovanni de Palestrina es nombrado maestro de coro de San Pedro.
1554,
Benvenuto cellini termina el bronce Perseo.
1558,
Galateo, de Giovanni della Casa es publicado póstumamente.
Cronología (Política y Sociedad)
1402,
muere Gian Galeazzo Visconti, Duque de Milán y sus dominios se desmoronan.
1414-
1417, El Concilio de Constanza da fin al gran Cisma.
1417,
es elegido el Papa Martín V quién refuerza su autoridad sobre los Estados
Pontificios.
1434,
Cosimo de Médici empieza sus 30 años de dominio de Florencia.
1440,
se inventó la imprenta por Johannes Gutenberg.
1442,
Nápoles y Sicilia quedan bajo el dominio de Aragón.
1450,
El Condottierre Francesco Sforza, yerno del Duque Filippo Maria, conquista
Milán,
convirtiéndose en duque.
1463,
Venecia empieza la guerra de 16 años contra los turcos.
1469,
Lorenzo de Médici gobierna el estado florentino.
1479,
Venecia, derrotada por Turquía, tiene que pagar por sus privilegios mercantiles.
1492,
descubrimiento de América.
1492,
muere Lorenzo de Médici.
1494,
Carlos VIII de Francia invade Italia, lo que señala el principio de las invasiones
extranjeras.
1494,
los Médici son expulsados de Florencia, su banco está virtualmente en bancarrota.
1495,
Carlos VIII entra en Nápoles como conquistador.
1496,
las tropas españolas expulsan a los franceses de Nápoles.
1498,
Savonarola es ahorcado y quemado como hereje.
1499,
Luis XII de Francia lanza la segunda invasión de Italia y se apodera de
Milán.
1502,
los españoles y franceses se dividen y pelean en Italia.
1503,
muere el Papa Alejandro VI; su hijo César Borgia pierde su poderío político.
Es
elegido el Papa Julio II, patrocinador de las artes.
1504,
España conquista el Reino de Nápoles y domina el sur de Italia.
1510,
el comercio veneciano comienza a decaer como consecuencia del descubrimiento de
una nueva ruta de las Indias.
1512,
los franceses derrotan a los españoles y papales en Roma.
El
dominio de los Médici es restablecido en Florencia.
Suiza
conquista Milán, instalando a Maximiliano Sforza como duque.
1513,
es el Papa León X, hijo de Lorenzo de Médici.
1515,
los franceses recuperan Milán tras derrotar a los suizos en la batalla de
Marignano.
1519,
Carlos I de España es elegido emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico
como Carlos V. El paradigma al respeto.
Desembarco
de Cortés en México.
Mallaganes
hizo la vuelta al mundo en 1519-1521
1520,
reforma de Martín Lutero.
1525,
los españoles derrotan a los franceses en Italia en la batalla de Pavía.
1527,
las tropas del sacro Imperio Romano entran a saco en Roma.
Los
Médici son expulsados de Florencia y la república es restaurada temporalmente.
1530-1535,
conquista de Perú por Pizarro
1534,
se funda la Compañía de Jesús.
1535,
la muerte de Francesco II (el último Sforza) deja a Milán bajo el dominio español.
1538,
desarrollo de la Ciencia y la Técnica (Nova Scienta de Tartaglia).
1543,
la Revolución de Copérnico.
Anatomía
de Vasalio.
1545,
comienza el Concilio de Trento.
1555,
Enrique II de Francia invade Italia.
Referencias bibliográficas
Arnold,
R.F. (1904). Cultura e Ideales del Renacimiento. México: Ediciones
MONO’S.
SALVAT
EDITORES. (2004). La Enciclopedia: humanismo y renacimiento.
España:
autor.
García
Pelayo y Gross, R. (2006). Larousse diccionario básico Lengua
Española:
humanismo. México: Editorial Ultra, S.A.
Wikipedia.
(2018). Paideía. (En línea). Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Paide%C3%ADa.
Recuperado el 27 de febrero
2018.
Cabanillas,
C. (2003). La educación en Grecia. (En Línea). Disponible en:
http://www.santiagoapostol.net/latin/educacion_grecia.html.
Recuperado el
27 de
febrero 2018.
Wikipedia.
(2018). Educación en la Antigua Roma. (En línea). Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_en_la_Antigua_Roma.
Recuperado
el 27 de febrero 2018.
Martínez
Sánchez, A. (2014). La idea de humanitas en M.T. Cicerón. Revista
Internacional
de Filosofía, 62, 123-138.
Arte
España. (2005). Cinquecento Italiano. (En línea) disponible en:
www.arteespana.com/cinquecentoitaliano.htm.
Recuperado el 27 de febrero, 2018.
Toda
Cultura. (1999). Quattrocento. (En línea). Disponible en: www.todacultura.com/movimientosartisticos/quattrocento.htm.
Recuperado el 27 de febrero, 2018.
Hale,
J. (2004). EL RENACIMIENTO. México D.F.: editorial Culturales
Internacionales.
S.A.
Es muy importante saber los aportes del humanismo y en lo personal me interesa mucho
ResponderEliminar