Lexicología y Lexicografía
L1.1 Lingüística.Lic. Otto Custodio. PEM en Lengua y Literatura.
Elva Marina Dieguez Rogel 9317281
Lisbeth Esmeralda Toj Jucub 200919315
Gladis Patricia Hernández Osoy 201411031
José Ramiro Roldán Rodas 201315637
Julio Saúl Paniagua Martínez 201406221
Josué David Galicia Ardón 201705683
Préstamos lingüísticos. La pronunciación o la ortografía de la palabra tomada en préstamo se modifica y se adapta a la del castellano (“fútbol”, “carné”, “bistec”, etc.)
Calco semántico. Cuando una palabra ya existente “traduce” el significado de un término extranjero y amplía así su significado (“ratón”, referido al objeto para mover el cursor, traducción de la palabra inglesa “mouse”).
Existen varios tipos de préstamos:
Las voces prerromanas o de sustrato, pertenecientes a las lenguas que hablaban los pueblos que vivían en la Península antes de la llegada de los romanos (218 a.C.), es decir, las más antiguas del castellano (ibero, celta, tartesio, ligur o vasco).
Los germanismos, o herencia léxica aportada por los pueblos germánicos (suevos, vándalos, alanos y, sobre todo, visigodos) que, a partir del año 409, llegaron a la Península, pertenecientes, en gran parte, al fondo común germánico.
Los arabismos, constituye el mayor caudal léxico del castellano después del latín, incorporados a partir del año 711 de la invasión musulmana. Están presentes en ámbitos muy distintos de la vida, así como en nombres de ríos y ciudades.
Gladis Patricia Hernández Osoy 201411031
José Ramiro Roldán Rodas 201315637
Julio Saúl Paniagua Martínez 201406221
Josué David Galicia Ardón 201705683
Lexicología
La lexicología, es la ciencia que
estudia el léxico de una lengua, es decir, el conjunto de palabras de una
lengua, su estructura, a partir de su forma (de su significante) y las
transformaciones que en ella va sufriendo. Toda lengua posee un tesoro de términos
léxicos, recogidos hoy en el Diccionario de la Lengua, a disposición de todos
los individuos hablantes de una comunidad lingüística. Su unidad mínima es el
lexema. (Piñero, 2009: 1).
En la anterior definición de esta rama
de la lingüística, al decir que la unidad de estudio de la lexicología es el
léxico y que en la parte mínima estudia el lexema, se puede empezar percibir
que la lexicología está vinculada con otras ramas de la lingüística. En la
siguiente definición sobre los objetivos de estudio de esta rama se termina de
comprender que la morfología no es la única rama de la lingüística con la que
está relacionada la lexicología, también se encuentra muy vinculada obviamente
a la lexicografía, pero es de suma importancia mencionar que tiene mucha relación
con la semántica.
Objeto
de estudio
Tiene como objetivos básicos:
describir el significado de las palabras y elaborar propuestas sobre cómo se
codifica; explicar los casos en que una misma secuencia de sonidos (y grafías)
tiene más de un significado; establecer y analizar las relaciones de
significado que mantienen las palabras y las clases léxicas que conforman; y
dar cuenta de los procesos que desencadenan cambios en el significado de las
palabras. (De Miguel, 2009: 1).
La unidad de estudio de la lexicología
primordialmente es el léxico, que está compuesto a su vez por unidades léxicas,
mejor conocidas como palabras; la lexicología analiza entonces la palabra y el
conjunto de palabras de una lengua, junto con todos los hechos que implica esta
misma (su creación, su utilización, su percepción, entre otros, por parte de
una comunidad lingüística.)
La labor del lexicólogo ha ido
variando a lo largo de la historia de los estudios lingüísticos, en consonancia
con el área de estudio atribuida, en función de las unidades y los fenómenos
que ha considerado objeto de su interés, y fundamentalmente, como consecuencia
de los principios en que ha fundado su estudio y los métodos que ha utilizado
para llevarlo a cabo. (De Miguel, 2009: 2).
El léxico de una lengua y las palabras
que lo conforman, en este caso el español y la mayoría de las lenguas romances,
ha sido objeto de estudio desde varios puntos de vista, por cantidad de
autores, que en parte tienen mucha relación entre sí.
Etimología, cambio léxico y semántico,
y variación.
Antes de
que la lingüística se constituyera como disciplina científica, el estudio del
léxico se ocupaba fundamentalmente del origen de las palabras y de cómo surgen
nuevas palabras y nuevos significados en la historia de las lenguas: en el
siglo XIX la lexicología constituía una aproximación diacrónica a la
etimología, el cambio léxico y el cambio semántico. (De Miguel, 2009: 2).
La
etimología
En concreto, la etimología analiza
como una palabra se incorpora a un idioma, cuál es su fuente y cómo varían sus
formas y significados con el paso del tiempo.
La lingüística comparativa permite reconstruir la historia de aquellas
lenguas antiguas que no dejaron registros directos, como textos escritos, por
ejemplo la etimología, en estos casos, se basa en los conocimientos aportados
por la lingüística comparativa para inferir cuestiones relacionadas en el
vocabulario.
Un
cambio léxico es un cambio en el volumen del léxico
de una lengua. El vocabulario disminuye si se produce una pérdida léxica, esto es, si una
palabra deja de usarse por completo o pervive como un uso arcaico, literario o
restringido a una zona geográfica. El léxico aumenta si se produce una
incorporación o neología, es
decir, si se crea una nueva palabra por medio de un proceso de formación de
palabras propio de la lengua o si se toma de otra lengua, con adaptación
fonética y ortográfica o sin ella. (De Miguel, 2009: 2).
Un
cambio semántico es un cambio en el significado de una
palabra, que adopta un significado nuevo o pierde uno previo. Cuando una
palabra cambia de significado porque adopta uno nuevo no pierde por lo general
el que tenía previamente, de modo que muchas palabras son polisémicas. (De
Miguel, 2009: 2).
Existen tres tipos de cambios que
están muy ligados a la semántica; estos cambios son los siguientes:
El cambio que experimentan las
palabras en el espacio se conoce como variación dialectal; variación
diastrática es la que
manifiesta el léxico en los distintos niveles socio cultural y, típicamente, en
los lenguajes especializados y variación diafásica es la que se observa
en los distintos registros. (De Miguel, 2009: 3).
Estos puntos de estudio de la lengua
surgieron durante siglo XVIII y siglo XIX siendo su resultado la filología y la
gramática comparativa. Se empieza a indagar en la historia de las lenguas,
principalmente las europeas, y también se
trata de rastrear el origen de las palabras y, como es que han ido
variando en varios aspectos con el transcurso del tiempo. Durante esta época
también surge una propuesta por parte de la Escuela Neogramática, que proponía
una supuesta lengua original: el protoindoeuropeo.
Como disciplina teórica: el enfoque de
inspiración estructural. Con la aparición del estructuralismo en el panorama
de la lingüística europea, el estudio del léxico adquiere un estatus nuevo
durante la primera mitad del siglo XX. Sus presupuestos y métodos configuran
una disciplina teórica autónoma, bautizada por Coseriu como lexemática
estructural. La unidad del léxico es ahora el lexema, que se materializa en
el habla como palabra: así, comió y comía son dos palabras que
materializan un único lexema comer. El lexema consta de rasgos
distintivos: los semas, elementos mínimos de contenido que permiten establecer
oposiciones entre unidades léxicas. (De Miguel, 2009: 3).
Para
Saussure, fundador del estructuralismo, la lengua tiene una función social; así
el lexema forma parte de un sistema, que es la lengua y que al parecer de la
presente investigación, no abandona totalmente los rasgos de una escuela
comparativa, sino que los hace parte del estructuralismo pero, limitándolos
porque para Saussure fue más importante la sincronía para normalizar y
estructurar la lengua.
Los lexemas
forman grupos o campos en virtud de esas relaciones. Un campo léxico es el
conjunto de lexemas relacionados por un contenido común y opuestos por rasgos
distintivos mínimos o semas. Se llama archilexema al lexema que
representa todo el contenido de un campo léxico. (De Miguel, 2009: 4).
Las palabras y su origen
El español o
castellano es una lengua románica. La mayor parte de sus palabras proceden del
latín. Algunas han ido evolucionando a lo largo del tiempo; otras, han
mantenido la misma forma latina; también hay palabras que se han tomado de
otras lenguas y las que han sido creadas por el procedimiento de formación de
las palabras. (Piñero, 2009: 1).
Clasificación de las palabras según su
origen. [1]
Palabras patrimoniales: son las
palabras procedentes del latín y que han ido evolucionando a lo largo de la
historia. Ej.: OCULUM > oclo> ollo> oyo> ojo.
Cultismos: son las
palabras procedentes del latín y que han mantenido la misma forma latina,
porque han entrado en el castellano en distintas épocas y no han experimentado
la evolución y transformación propia del léxico patrimonial.
Ej.: CALIDUM
> cálido
Semicultismos: es una
palabra latina que no ha completado su evolución.
Ej.: SAECULUM
> siglo (es un semicultismo, porque está a medio evolucionar ya que tendría
que haber evolucionado a “sejo”. No se ha completado la evolución de la
terminación latina que provoca la aparición de la consonante j castellana.
Dobletes: se produce
cuando una misma palabra latina da en español una palabra patrimonial y otra
culta o semiculta.
Ej.:
STRICTUM > estricto (cultismo) y estrecho (palabra patrimonial)
COLLOCARE
> colocar (cultismo) y colgar (patrimonial)
Latinismos: palabras o
expresiones latinas que mantienen la misma forma que en el latín sin
experimentar ningún cambio. Son palabras o expresiones que aún hoy se emplean
en el habla culta.
Ej.: GROSSO
MODO (sin detalle), IPSO FACTO (en el mismo hecho, inmediatamente), MOTU
PROPRIO (por propia iniciativa), MEMORÁNDUM (lo que hay que recordar), VOX
PÓPULI (voz del pueblo. Conocido por todo el mundo), etc.
Arcaísmos: son
palabras o expresiones que caen en desuso y dejan de utilizarse en la
conversación cotidiana porque se pasan de moda o porque deja de usarse su
referente, siendo sustituidas por otras que tienen más éxito en el contexto
social. (Ej.: maravedí, real, peseta, duro, etc., ya son arcaísmos. Las
palabras “dandy”, “finolis”, “panoli”, se utilizaban mucho a principios del
siglo XX y ahora ya no).
Neologismos: es un
nombre genérico que significa “palabra nueva” y lo aplicamos a las innovaciones
léxicas que se van produciendo en una lengua, bien por préstamo o bien por
creación de la propia lengua mediante sus procedimientos lingüísticos
(derivación, composición, siglación, acronimia).
Préstamos: son
palabras que el español ha incorporado de otras lenguas con posterioridad al
latín.
Existen
distintos procedimientos para la incorporación de préstamos:
Extranjerismo o xenismo. Cuando la palabra mantiene su forma original (“show”, “parking”).Préstamos lingüísticos. La pronunciación o la ortografía de la palabra tomada en préstamo se modifica y se adapta a la del castellano (“fútbol”, “carné”, “bistec”, etc.)
Calco semántico. Cuando una palabra ya existente “traduce” el significado de un término extranjero y amplía así su significado (“ratón”, referido al objeto para mover el cursor, traducción de la palabra inglesa “mouse”).
Existen varios tipos de préstamos:
Préstamos
históricos: son las
palabras incorporadas al castellano en las etapas de su formación, por lo que
constituyen, junto con el latín, el fondo léxico o vocabulario fundamental. Los
préstamos históricos son:
Las voces prerromanas o de sustrato, pertenecientes a las lenguas que hablaban los pueblos que vivían en la Península antes de la llegada de los romanos (218 a.C.), es decir, las más antiguas del castellano (ibero, celta, tartesio, ligur o vasco).
Los germanismos, o herencia léxica aportada por los pueblos germánicos (suevos, vándalos, alanos y, sobre todo, visigodos) que, a partir del año 409, llegaron a la Península, pertenecientes, en gran parte, al fondo común germánico.
Los arabismos, constituye el mayor caudal léxico del castellano después del latín, incorporados a partir del año 711 de la invasión musulmana. Están presentes en ámbitos muy distintos de la vida, así como en nombres de ríos y ciudades.
Préstamos
de las lenguas peninsulares y de Hispanoamérica: los principales son:
Vasquismos: del vasco, la lengua prerromana más antigua de la Península, proceden izquierdo, boina, zamarra, socarrar, cachorro, y muchas más palabras.
Catalanismos: del catalán, lengua hermana del castellano, vienen palabras como anguila, calamar, rape, anís, paella, entremés, escarola, etc.
Galleguismos y lusismos: del gallego y del portugués, respectivamente, lenguas que fueron una sola hasta la Edad Moderna. Palabras como buzo, carabela, chubasco, mejillón, ostra, pleamar, vigía, saudade, etc.
Americanismos: de las lenguas indias americanas, traídas de Hispanoamérica por los españoles. Aguacate, barbacoa, batata, patata, cacao, cacahuete, cacique,… y muchas otras.
Catalanismos: del catalán, lengua hermana del castellano, vienen palabras como anguila, calamar, rape, anís, paella, entremés, escarola, etc.
Galleguismos y lusismos: del gallego y del portugués, respectivamente, lenguas que fueron una sola hasta la Edad Moderna. Palabras como buzo, carabela, chubasco, mejillón, ostra, pleamar, vigía, saudade, etc.
Americanismos: de las lenguas indias americanas, traídas de Hispanoamérica por los españoles. Aguacate, barbacoa, batata, patata, cacao, cacahuete, cacique,… y muchas otras.
Préstamos
de otras lenguas:
son préstamos posteriores, de lenguas modernas europeas y no europeas:
Galicismos: los procedentes del francés. Esta lengua ha influido en el castellano desde la Edad Media (en el siglo XI entraron galicismos con los peregrinos del Camino de Santiago). En el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones a España y con las ideas ilustradas francesas, entraron muchos galicismos con la cultura y la moda. Otros son más modernos. Son galicismos palabras como jardín, garaje, autobús, bidé, bricolaje, bujía, burocracia, buró, chófer, etc.
Germanismos (no históricos): vienen del alemán moderno. Ejemplos: brindis, cuarzo, vals, vatio, vermú o vermut, etc. En general, son mucho menos numerosos y frecuentes que los anteriores.
Anglicismos: del inglés. Actualmente son los más numerosos en todos los campos, debido a los avances tecnológicos y a otros factores de tipo económico y cultural. El español está incorporando abundantes anglicismos, especialmente en el vocabulario del deporte, de la economía y el mundo de los negocios y de la informática.
Galicismos: los procedentes del francés. Esta lengua ha influido en el castellano desde la Edad Media (en el siglo XI entraron galicismos con los peregrinos del Camino de Santiago). En el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones a España y con las ideas ilustradas francesas, entraron muchos galicismos con la cultura y la moda. Otros son más modernos. Son galicismos palabras como jardín, garaje, autobús, bidé, bricolaje, bujía, burocracia, buró, chófer, etc.
Germanismos (no históricos): vienen del alemán moderno. Ejemplos: brindis, cuarzo, vals, vatio, vermú o vermut, etc. En general, son mucho menos numerosos y frecuentes que los anteriores.
Anglicismos: del inglés. Actualmente son los más numerosos en todos los campos, debido a los avances tecnológicos y a otros factores de tipo económico y cultural. El español está incorporando abundantes anglicismos, especialmente en el vocabulario del deporte, de la economía y el mundo de los negocios y de la informática.
Procedimientos de formación de las
palabras en el castellano[2]
Derivación: por este
procedimiento se forman las palabras derivadas, que se han formado
añadiendo prefijos al lexema (prefijación), añadiendo sufijos (sufijación,
el procedimiento más empleado).
Composición: consiste en
la creación de una palabra nueva a partir de la unión de dos o más lexemas ya
existentes. Son las palabras compuestas. Hay varios tipos de compuestos:
Yuxtapuestos: formados por dos o más palabras fundidas gráfica y fonéticamente. Ej.: portavoz, hazmerreír, paraguas.
Sintagmáticos: creados por la unión de dos palabras separadas y sin nexo. Ej. llave inglesa, sofá cama, contestador automático, niño prodigio, tercer mundo, etc.
Preposicionales: formados por dos palabras unidas mediante una preposición. Ej.: orden del día, olla a presión, mal de ojo, cuarto de baño, etc.
Compuestos cultos: creados a partir de palabras griegas y latinas, o bien los formados por una palabra griega o latina y una castellana. Ej.: aerotransportar, encefalograma, cefalópodo, podólogo, autodidacta, cronología, poligamia, neologismo, astronomía, telepatía, etc.
Sintagmáticos: creados por la unión de dos palabras separadas y sin nexo. Ej. llave inglesa, sofá cama, contestador automático, niño prodigio, tercer mundo, etc.
Preposicionales: formados por dos palabras unidas mediante una preposición. Ej.: orden del día, olla a presión, mal de ojo, cuarto de baño, etc.
Compuestos cultos: creados a partir de palabras griegas y latinas, o bien los formados por una palabra griega o latina y una castellana. Ej.: aerotransportar, encefalograma, cefalópodo, podólogo, autodidacta, cronología, poligamia, neologismo, astronomía, telepatía, etc.
Parasíntesis: es un
procedimiento de formación de palabras en el que se dan de forma simultánea
prefijación y sufijación, (por ejemplo, en la palabra desalmado, no se
puede quitar ni el prefijo ni el sufijo).
Siglación: formación de
palabras mediante siglas, es decir, uniendo las letras iniciales de un
grupo de palabras. Ej.: AVE (Alta Velocidad Española), NIF (Número de
Identificación Fiscal), ONG (Organización No Gubernamental), ONU (Organización
de las Naciones Unidas), RAE (Real Academia Española).
Acronimía: es la
formación de una palabra nueva a partir de la fusión del fragmento inicial de
una palabra y el final de otra. Los acrónimos son frecuentes en el
discurso de la publicidad y el comercio.
Son
acrónimos: autobús (= automóvil + ómnibus), bonobús (= bono + autobús),
cantautor (= cantante + autor), frontenis (= frontón + tenis), informática (=
información + automática), etc.
Abreviatura: una
abreviatura es la reducción gráfica de una palabra o un grupo de palabras
suprimiendo la mayor parte de sus letras.
Ej.: Avda. =
avenida, c/c = cuenta corriente, Dr. = Doctor, Sr. = Señor, etc.
Acortamiento: es la
creación de una palabra nueva a partir de la pérdida de las sílabas iniciales o
finales de otra palabra. En la actualidad, debido a la tendencia a la economía
en el uso del lenguaje, los acortamientos son muy frecuentes, especialmente en
el habla coloquial y juvenil.
Onomatopeya: son palabras
que recuerdan con su sonido el significado que designan. Ej.: guau, miau,
susurrar, murmullo, etc.
Relación con
otras ramas lingüísticas
Para
comprender de manera clara la relación que existe entre la lexicología y otras
ramas de la lingüística, dejando de lado que hay que indagar en las demás ramas
de esta ciencia para comprender, hay que tener presente cinco aspectos que se
dan en una lengua y que al darse estos aspectos, sucede una relación entre las
diversas ramas de la lingüística:
1. La creación y formación de las palabras en una lengua.
2. La variedad de fenómenos que pueden ocurrir en el léxico de una lengua.
3.Las bases semánticas y fundamentos epistemológicos de la terminología y los lenguajes especializados; en otras palabras, por qué y con qué sentido se utiliza una palabra dentro de un sistema de lengua.
4. La relación que hay entre el léxico y la sintaxis.
5. La definición y caracterización de los diferentes tipos de unidades fraseológicas.
2. La variedad de fenómenos que pueden ocurrir en el léxico de una lengua.
3.Las bases semánticas y fundamentos epistemológicos de la terminología y los lenguajes especializados; en otras palabras, por qué y con qué sentido se utiliza una palabra dentro de un sistema de lengua.
4. La relación que hay entre el léxico y la sintaxis.
5. La definición y caracterización de los diferentes tipos de unidades fraseológicas.
En el primer
aspecto se puede vincular la lexicología con la morfología, ya que uno de los
objetivos de estudio de la morfología es, la misma creación y formación de las
palabras.
En el
segundo aspecto se puede vincular la lexicología con, prácticamente, todas las
ramas de la lingüística, tal vez no con todas con un lazo tan remarcado como lo
tiene con la lexicografía, la morfología y la semántica pero si relacionada con
todas las ramas. Ejemplo, al darse el fenómeno de la homonimia, una palabra
puede vincularse con la gramática, con la fonología, con la semántica, con la
lexicología, con la lexicografía y con la morfología.
El tercer
aspecto está muy vinculado a la semántica; al estar vinculada la lexicología
con la semántica se entiende como utilizar una palabra en un sistema de lengua.
El cuarto
aspecto vincula la sintaxis, la semántica y la lexicología, ya que la sintaxis
estudia conjuntos sintácticos desde los más mínimos hasta los más amplios.
El quinto
aspecto vincula a la lexicología con la semántica. Se puede comprender mejor
con estudios especializados dentro de la disciplina de la lexicología.
La lexicología es la disciplina que el significado de las unidades
léxicas de una lengua y las relaciones sistemáticas que se establecen entre
ellas en virtud de su significado.
Lexicografía
La RAE define lexicografía como la parte de la lingüística que estudia los
principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios. Esta
palabra viene del griego Lexikos,
relativo a la palabra y gráphos,
escribir, grabar.
La actividad de armar diccionarios
tiene antecedentes desde el siglo III a. C., se dice que un documento griego de
dicha época contiene un glosario de las obras homéricas, La Ilíada y La Odisea, la
cual, especulando, posiblemente fue utilizada para la mejor comprensión de
estas epopeyas. También se dice que unas tablillas asirias del siglo VIII a. C.
podrían tener carácter lexicográfico.
Respecto a la lexicografía en la
lengua española, se puede hacer mención que uno de los primeros indicios de
diccionarios en este idioma data de entre el siglo X y XI, ese documento se
conoce como las Glosas Emilianenses,
que son varias anotaciones en latín y en lenguas romances anteriores al
español, en las que se trata de explicar el significado de alguna palabras
contenidas en un códice latino llamado Aemilianensis
60, en el Monasterio de San Millán de la Cogolla (Millán o Emiliano vienen
del latín Aemilianensis, de ahí el
nombre de dichas glosas); de ahí viene la palabra glosario. Glosa proviene del
latín glossa que quiere decir palabra oscura, haciendo referencia al
desconocimiento del significado o concepto de ciertas palabras.
Durante la edad media, el uso de estos
glosarios aumentó debido a la necesidad de estudiar mejor los textos en latín
que los sacerdotes poseían, aquí también se dieron las traducciones y
definiciones de palabras latinas a las lenguas romances. Fue durante el
Renacimiento que estos textos proliferaron, esto gracias a que en esa época se
pretendía que el conocimiento se expandiera y dejara de estar limitado a las
personas que conocían el latín; también se publicaron diccionarios
bilingües, latín-español.
Pero fue cuando el humanista y
gramático español Elio Antonio de Nebrija (1441-1552) publica textos como la gramática castellana, considerada la
primera gramática en lengua vulgar y el Vocabularium,
que comienza a formalizarse la lexicografía, este último texto comprende de dos
volúmenes de diccionarios hispano-latinos. También publicó las Reglas de la ortografía castellana.
Otro personaje importante es Sebastián
de Cobarrubias, capellán de Felipe II y canónigo de la catedral de Cuenca, fue
un curioso personaje, humanista, políglota y hombre de letras. En 1605 y en los
ratos que le dejaban sus ocupaciones se puso a escribir el Tesoro de la Lengua
Castellana o española, considerado primer diccionario de nuestro idioma. Para
culminar tan magna obra empleó más de cinco años, a razón de seis entradas
diarias que escribía en riguroso orden alfabético. Un ejemplo de amor al
conocimiento y las letras.
Entre los siglos XVI y XVIII,
surgieron distintas asociaciones interesadas en sus respectivas lenguas, de
estas surgió la lexicografía monolingüe.
Entre dichas academias se puede mencionar:
· Italia: Accademia della Crusca, 1583.
· Francia: Académie française, 1635.
· España: Real Academia Española, 1713.
· Portugal: Academia das Ciências de Lisboa, 1779.
· Francia: Académie française, 1635.
· España: Real Academia Española, 1713.
· Portugal: Academia das Ciências de Lisboa, 1779.
Fue a mediados del siglo XX plantearon
darle más seriedad a la lexicografía, poniéndola al mismo nivel que otras ramas
de la lingüística, cambiándole la cualidad de “arte u oficio” para nombrarla
una ciencia.
Concepto de lexicografía
Si
se atiende al sentido restringido de lexicografía, esto es, el de "arte o
técnica de componer léxicos o diccionarios".
El escaso si no nulo interés
que la lingüística mostraba por el hecho lexicográfico en sí, en particular
durante la coyuntura de los cincuenta, determinó, a no dudar, una tal
situación: la lingüística se quería ante todo una ciencia, y el diccionario
para ella no era más que el resultado de una actividad artesanal. Ante la
carencia de un dialogo efectivo con 10 lexicógrafos, la lingüística llega
incluso a contestar el carácter científico de la lexicografía; posición extrema
ésta, que, pronto hubo de ser revisada, máxime cuando los lingüistas
lexicólogos, a falta de mejores informaciones sobre el conjunto del léxico, se
vieron obligados a acudir a la nomenclatura de los diccionarios para determinar
el estatuto de la unidad léxica.
La actividad lexicográfica sufrió pues
en épocas pasadas recientes un tratamiento doblemente desfavorable. Por una
parte, y por contar con un pasado multisecular que se remonta a los orígenes de
las civilizaciones más antiguas, la lexicografía no ofrecía el interés de la
novedad; y por otra, no se sabía bien en qué consistía realmente a los
lexicógrafos, aunque actuaban como semantistas activos, parece que la práctica
cotidiana les absorbía hasta el punto de no enunciar las premisas sobre las
cuales se apoyaba su trabajo. Si a ello se añade la frecuente confusión
terminológica con la lexicología al ser arnbas, lexicología y lexicografía,
disciplinas lingüísticas que dan cuenta del léxico tendremos algunas de las
claves que permiten explicar la dilación incluso de los propios lexicógrafos en
asumir la relación explícita que su disciplina mantenía con la lingüística y en
añadir o registrar consecuentemente junto a la entrada lexicografía y después
de "arte o técnica de componer léxicos o diccionarios".
Metalexicografía
Al ampliar su tarea de designación. La
noción de lexicografía ha dejado de implicar exclusivamente la realización de
un diccionario. Las causas de esta ampliación/evolución cabe buscarlas tanto en
el desarrollo significativa en los últimos veinte años de estudios teóricos
críticos y descriptivos sobre los diccionarios, sus métodos, historia,
tipología, contenidos, funciones, usos, etc. Como en la posición central que
los modelos léxicos ocupan en las teorías gramaticales y en las ciencias
cognitivas. Los resultados obtenidos y el interés creciente por los
diccionarios, dado que son vistos como la principal vía de acceso al léxico, ha
propiciado la aparición de una lexicografía teórica, llamada tarnbién metalexicografia.
La Metalexicografía, pues, participa
ampliamente de la lexicología, entendida ésta como parte de la lingüística que
examina las palabras. La lexicografía teórica o Metalexicografía se constituye
junto a la lexicografía practica el carácter eminentemente práctico que posee
la lexicografía está fuera de toda duda como un ámbito científico nuevo que
circunscribe un objeto múltiple ya que su finalidad no es sólo el diccionario,
sino también y fundamentalmente, la investigación que trata del diccionario. En
la actualidad la metalexicografia cuenta con una metodología propia y dispone
de un cierto corpus de conocimientos, así como de medios particulares de
descripción de los métodos y problemas que plantea la técnica de componer diccionarios,
elementos indispensables para merecer el estatuto de disciplina científica en
el sentido que da a esta palabra la teoría de las ciencias.
Diccionario
El objeto del diccionario, en efecto,
como el de la teoría lexicográfica, es múltiple, y de ahí que su descripción
también deba serlo. Quiere ello decir que para la caracterización del
diccionario es necesario apelar a modelos de variado orden, modelos, a saber,
lingüísticos, extra-lingüísticos y del contexto socio-cultural y económico.
Ello es lo que se obtiene con la nueva lexicografía que propone considerar el
diccionario como:
1. Instrumento de comunicación al servicio de un programa informativo o didáctico determinado;
2. Conjunto documental sistematizado, puesto que debe asegurar la función catálogo que le es propia;
3. Producto técnico-comercial condicionado por las tecnologías disponibles, los medios aplicados (tipografía, informática, etc.) y por las estrategias comerciales adoptadas. El diccionario, por supuesto, es ligado a la industria del libro con todo lo que ello comporta.
2. Conjunto documental sistematizado, puesto que debe asegurar la función catálogo que le es propia;
3. Producto técnico-comercial condicionado por las tecnologías disponibles, los medios aplicados (tipografía, informática, etc.) y por las estrategias comerciales adoptadas. El diccionario, por supuesto, es ligado a la industria del libro con todo lo que ello comporta.
Obsérvese cómo los aspectos enumerados
apuntan a una caracterización externa del diccionario. A través de dichos
puntos de vista se señala que el diccionario es un objeto manufacturado y
comercializado, un catálogo que responde a exigencias de comunicación con una
finalidad informativa y didáctica.
Discurso
Pero el diccionario no es sólo un
artefacto o un producto de consumo definido por necesidades socio-culturales;
el diccionario es también y, sobre todo, un texto, un discurso continuo y
finito que el lexicógrafo mantiene sobre la lengua con el propósito de orientar
al lector en el uso de la misma.
Hay que partir de la rnisma lengua con
sus unidades, categorías y reglas para comprender los criterios de disposición
y estructuración de artículos que presiden toda obra lexicográfica. Pues el
diccionario se compone de artículos, esto es de textos originales y abreviados,
cuya estructura mínima se concreta en una 'entrada' o palabra sujeta que se
somete a análisis, y en una 'información' o 'definición'/predicación que se hace
del sujeto. Como se sabe el principio y fin de todo trabajo de lexicografía
monolingüe consiste en informar de lo que contiene la entrada. El diccionario
de lengua aporta pues información explicita (gramatical, semántica, general...)
sobre la lengua, materializada en las palabras -la 'entrada'-, y también
información implícita, plasmada ésta en las intenciones fundamentalmente
pedagógicas asumidas por los lexicógrafos y reflejadas en el interior de sus
obras.
Un corolario de lo dicho hasta aquí es
que el diccionario tiene un valor de uso, el diccionario como obra de consulta
instruye, es útil; su carácter instrumental es incontestable y se ha hecho
patente a lo largo de la historia de la lexicografía. Surgido de un propósito
eminentemente didáctico, propósito que ha conservado intacto a través del
tiempo, el diccionario posee una dimensión de significación propia que le
caracteriza frente a otros discursos como un discurso pedagógico. El discurso
lexicográfico es un discurso específico ceñido por sus rasgos y funciones
inherentes, a los cañones que la retórica clásica exige al discurso pedagógico.
Es preciso subrayar la especificidad
del discurso lexicográfico, y sugerir la
posibilidad de reflexionar en profundidad sobre el diccionario de lengua a
partir de la redefinición del concepto de lexicología.
Tipos
de diccionarios
Diccionario
de la lengua: tiene
la finalidad de exponer de manera breve el significado de las palabras que conforman
una lengua específica.
Diccionario
etimológico: son
aquellos que brindan datos acerca del origen de los vocablos propios de una
lengua.
Diccionario
de sinónimos y antónimos:
este tipo de diccionario tiene la particularidad de vincular palabras tanto de
significado análogo (sinónimos) como opuesto (antónimos).
Diccionario
de idiomas: estos
incluyen las palabras de significado semejante en un idioma distinto.
Diccionario
especializado:
contiene términos que se engloban dentro de un campo de estudio específico.
Aportan información acerca del significado que estas palabras tienen en el área
que se utilizan. Por ejemplo, diccionarios de informática, computación, etc.
Diccionario
inverso o de rimas:
los diccionarios inversos tienen la peculiaridad de estar organizados de manera
alfabética de acuerdo a las últimas letras de cada vocablo, no las primeras,
como de costumbre. De esta manera, su propósito consiste en facilitar la
búsqueda de palabras que rimen con otras. Algunos de estos diccionarios no
contienen el significado de los términos.
Diccionario
de gramática: esta
clase de diccionarios incluyen estructuras gramaticales. Su finalidad es
simplificar el aprendizaje de un idioma extranjero, a través de la consulta
sobre el significado o la construcción de una determinada estructura.
Diccionario
de uso práctico:
reciben esta denominación debido a que contienen términos que no son
reconocidos por el órgano correspondiente a tal fin, pero que sin embargo, son
empleadas por la mayor parte de la sociedad.
Relación
entre lexicología y lexicografía
Estas dos comparten unas relaciones de sentido.
- Sinonimia: todos sus significados sean idénticos
coincidan en denotación y connotación, tengan la misma distribución.
- Antonimia: es una relación semántica de oposición, los
antónimos se expresan en grados diferentes. ejemplo Alto- Bajo.
- Complementariedad: es considerada como un tipo de
antonimia pero no es radical. En la complementariedad la afirmación de un
significado implica la negación de otro. (vivo- muerto)
- Reciprocidad: también se considera un tipo de antonimia,
pero la relación entre termino no es gradual y aquí hay una
interdependencia entre los dos significados ( comprar- vender)
- Hipertermia: un término A es hipónimo de un término B, si
todos los miembros que forman la extensión de A son miembros de la ext. de
B ( Manzana - fruta)
- En primer lugar la lexicografía es práctica, consiste en una serie de metodologías- aquí citaré solo una, las entrevistas. En la lexicología predomina la teorización, por ello de que ésta sea teórica.
- La lexicografía es atomista, estudia la palabra de forma aislada. La lexicología se la concibe como sistemática, por que estudia las relaciones de palabras. Predomina más en esta el campo de la significación.
- La lexicografía es analista, la lexicología es sintética, por que va de lo concreto a lo general.
Objeto de estudio común:
Las dos disciplinas tienen como objetivo estudiar el
léxico, en un principio científico.
Diferencia en cuanto a la metodología:
En cuanto a su forma de proceder la lexicología y la
lexicografía se diferencian básicamente de tres maneras.
- En primer lugar la
lexicografía es práctica, consiste en una serie de metodologías- aquí
citaré solo una, las entrevistas. En la lexicología predomina la
teorización, por ello de que ésta sea teórica.
- La lexicografía es
atomista, estudia la palabra de forma aislada. La lexicología se la
concibe como sistemática, por que estudia las relaciones de palabras.
Predomina más en esta el campo de la significación.
- La lexicografía es analista, la lexicología es sintética, por que va de lo concreto a lo general.
[1] Todas las clasificaciones de palabras
según su origen pertenecen al artículo: Lexicología y Semántica de María Piñero
Medina.
[2] Todos los procedimientos de formación
de palabras en castellano pertenecen al artículo: Lexicología y Semántica de
María Piñero Medina.
Referencias Bibliograficas
Textuales:
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(2009). Panorama de la Lexicología. Barcelona: Ariel.
ANGLADA, E.
(1991): Lexicografía, rnetalexicografia, diccionario, discurso. España,
Barcelona: editorial Universidad de Barcelona.
Electrónicas:
Piñero
Medina, M. (2009). Lexicología y semántica. En Recursos Salones Virtuales.
Recuperado de: http://recursos.salonesvirtuales.com/assets/bloques/LEXICOLOG%C3%8DA-Y
SEM%C3%81NTICA.pdf.
Díaz Hormigo,
M. T. (2010). Puntos de contacto entre morfología, lexicología, semántica.
Revista de Filología, 28, 165 – 179. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3284435.pdf
Concepto
Definición. (2014) ¿Qué es Lexicografía? Su Definición, Concepto y Significado. (En
línea). Disponible en: conceptodefinicion.de/lexicografia/. Recuperado el 19 de marzo, 2018
López, M. (2016).
¿Quién creó el primer diccionario en español? (En línea). Disponible en:
larepublica.pe/politica/955351-quien-creo-el-primer-diccionario-en-espanolmilton-lopez.
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EcuRed (S. F.)
Lexicografía. (En línea). Disponible en:
https://www.ecured.cu/Lexicografía. Recuperado el 7 de abril 2018.
Universidad
de Costa Rica (S. F.) La lexicografía. (En línea). Disponible en: http://inil.ucr.ac.cr/programas/lexicografia/que-es-la-lexicografia/ . Recuperado el 7 de abril 2018.
Biografías y vida (S. F.) Elio Antonio
de Nebrija. (En línea). Disponible en: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nebrija.htm.
Recuperado el 8 de abril 2018.
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