Teatro del Renacimiento
Departamento de letras – Jornada nocturna.
L4.02 Literatura europea (española) del Renacimiento.
Dr. Mario René Dardón.
PEM en Lengua y Literatura.
Jorge David Pérez Canel, Carné: 201406957
Abdías Obispo López Sánchez, Carné: 201607669
Teatro del Renacimiento
El Siglo
XVI se caracteriza por el Humanismo. El ser humano, sigue siendo religioso
pero empieza a confiar más en sus potenciales para crear tecnología, no deja su
destino únicamente en manos de Dios.
Los
tópicos más importantes de esta época son:
· El carpe díem: aprovecha el momento.
· El locus amoenus.
· Beatus Ille.
· Idealización de la naturaleza.
· Vuelta a lo clásico: se idealiza lo griego y lo
romano
· Saber y fortaleza: el hombre renacentista no
sólo maneja bien las armas, sino que también posee una cultura, mostrándose
hábil “tomando ora la espada ora la pluma”, como dice Garcilaso de la Vega.
Surge el debate de si es mejor la vida activa o la vida contemplativa, la
acción, relacionada con la guerra o la reflexión, relacionada con el cultivo de
las letras
Historia
El
Renacimiento fue la época histórica que marcó el paso de la Edad Media a la Modernidad.
Los propios historiadores no se ponen muy de acuerdo a la hora de establecer el
inicio de este período de forma oficial, ya que hay algunos que defienden el
año 1453 como el principio (cuando los turcos invadieron Constantinopla) y
otros prefieren retrasarlo hasta 1492 (con la llegada de los españoles al
continente americano).
Quizás
estas fechas tan generales que tratan de englobar a toda Europa sean incluso
tardías, pues el movimiento renacentista había surgido ya en Italia a mediados
del siglo XIV. Sea como fuere, lo que sí es cierto es que en toda Europa estaban
decayendo los cánones medievales a marchas forzadas, principalmente por la
paulatina pérdida de la presencia religiosa en la vida cotidiana, y la consecuente
liberación que ello supuso para artistas, científicos y pensadores en general.
El caso que nos toca, el del teatro, se vio inmensamente favorecido por este
cambio de pensamiento, ya que empezaron a componerse obras dramáticas enfocadas
desde el hombre para el hombre, más centradas en los personajes y sus
costumbres que en la moralidad.
Además,
en este período se produjo un hecho clave para la difusión de las ideas a través
del papel: el descubrimiento de la imprenta por Gütenberg, lo que propició la publicación
de obras literarias y su lectura, así como la aparición de clases sociales (más
cultas) que gustaban de la buena literatura o mecenas que sentían ansias de
invertir en los nuevos talentos.
El
teatro sufrió una evolución que fue llevándolo poco a poco hasta su cénit,
ya en el Barroco. Se prolongó en el tiempo un teatro religioso, heredero del de
la Edad Media y muy relacionado todavía con la liturgia, pero, a su vez, se
desarrolló un teatro profano, que arraigó profundamente entre el público y que
encontró uno de sus máximos exponentes en el español Lope de Rueda. Atendiendo
al tipo de público que asistía a las representaciones, el teatro profano podría
dividirse en tres vertientes:
1. El
teatro populista, que buscaba contentar al auditorio, principalmente.
2. El teatro
cortesano, muy relacionado con las clases nobles y sus fiestas privadas.
3. El teatro erudito, generalmente desarrollado en las universidades.
3. El teatro erudito, generalmente desarrollado en las universidades.
Características del teatro renacentista.
Teatro
renacentista, como los demás géneros literarios de la época, tiene como característica
principal la imitación de los autores clásicos grecolatinos, principalmente a
Horacio en su “Preceptiva literaria”. En ellos se inspira Bartolomé Torres
Naharro al escribir su Propaladia o preceptiva dramática. Esta tendencia humanística
del teatro culmina en unos modos puramente renacentista en obras como “La
venganza de Agamenón” de Fernán Pérez de Oliva.
¿Qué es el teatro del Renacimiento?
El
Teatro del Renacimiento, del Siglo XVI se caracteriza por el Humanismo,
partiendo de lo religioso, confía más en sus potenciales para crear
tecnología, no dejando su destino solamente en manos de Dios. De igual
manera, las obras de este teatro, idealización de la naturaleza, la
vuelta a lo clásico, tomando en un comienzo principios de lo griego y lo
romano. Este teatro presenta dos características, de acuerdo a Garcilaso de la
Vega que presenta el hombre renacentista, como lo son el Saber y la
Fortaleza, con las cuales no sólo maneja bien las armas, sino que
también posee una cultura, mostrándose hábil tanto con la espada como con la
pluma. En consecuencia, surge el debate de si es mejor la vida activa o la vida
contemplativa, la acción, relacionada con la guerra o la reflexión, relacionada
con el cultivo de las letras. Por lo tanto, el teatro, se vio favorecido
por el cambio de pensamiento, ya que se comenzaron a componer obras dramáticas
enfocadas desde el hombre, más centradas en los personajes y sus costumbres que
en la moralidad.
¿Cómo se desarrolló el Teatro del
Renacimiento?
El
teatro renacentista, al igual que los demás géneros literarios de la
época, es un teatro en un comienzo, de la imitación de los autores clásicos
grecolatinos, principalmente a Horacio de la Vega, en su literaria. Por
lo tanto, Bartolomé Torres Naharro al escribir su propaladia o preceptiva
dramática, se apoya en la literatura de la época. Así, la tendencia humanística
del teatro culmina con el carácter puramente renacentista en obras como “La
venganza de Agamenón” de Fernán Pérez de Oliva.
Tipos de teatro renacentista.
Teatro religioso: del siglo
XVI continúa el de los maestros anteriores, que aún desarrollan su obra. Imita
escenas pastoriales sobre el nacimiento o La Pasión de Cristo, la adoración de
los Reyes Magos etc., y cultiva el dialecto sayagües. La adaptación de los dramaturgos
del primer renacimiento al teatro humanístico consiste en traducciones y
adaptaciones de comedias de autores grecolatinos, destinadas a la lectura de un
público minoritario. Es un teatro culto y su impacto social fue muy reducido.
Teatro popular o profano: toma
básicamente como modelos la comedia latina de Plauto y Terencio y teatro italiano
de la época (Boccaccio). En estas obras se representaban en lugares al aire
libre (corrales) que eran teatros instalados en el interior de una manzana de casas,
estos aparecieron a finales del siglo XVI ya que no había lugares para representar
las obras teatrales; y eran representadas por actores ambulantes, de ahí surgen
las compañías teatrales. Sus géneros son la comedia, el drama y la tragedia.
El Teatro Palaciego: se
actuaban temas humanísticos y pastorales en los palacios. ¿Cuál es el legado
del Teatro del Renacimiento? El Teatro griego va a influir de manera importante
en la consolidación del teatro del Renacimiento y posteriormente en el teatro occidental.
Por lo tanto, la presencia del teatro griego fue bien marcada en cada
etapa de la tradición teatral desde el Renacimiento hasta el siglo XX. De igual
manera, el teatro del renacimiento va a tener su repercusión en la
temática del mundo de la ópera. En este sentido, la ópera en realidad es una variante
teatral, pues se trata de una obra de teatro cantada, a la que se une en
ocasiones la danza, y va acompañada de escenografía muy específica, dependiendo
de la temática.
Antes
del 1500, actores aficionados italianos estaban realizando comedias clásicas en
etapas con ninguna decoración excepto por una hilera de cabinas de cortinas.
Pero luego, se dan cambios en los escenarios con la incorporación de complejos
paisajes pintados en la producción en Florencia. Por lo que, en 1650, Italia
había desarrollado prácticas de puesta en escena que dominan el teatro europeo
durante los próximos años.
¿Cuáles fueron los principales
representantes del Teatro del Renacimiento?
En el
teatro del Renacimiento, se tiene conocimiento de autores y obras teatrales españolas,
clasificados en generaciones. Así, la primera generación está formada por
autores vinculados con la tradición medieval. Entre ellos resaltan Juan del Encina,
autor de las piezas dramáticas llamadas églogas (Égloga de Plácida y Victoriano),
el portugués Gil Vicente, Lucas Fernández y Bartolomé Torres Naharro. Luego a
la segunda generación pertenece Lope de Rueda y los autores del grupo
valenciano que se integran en un ambiente teatral profesionalizado. La tercera
generación está representada por Juan de la Cueva, que trata más bien temas
históricos y nacionales como la Tragedia de los siete infantes de Lara, La muerte
del rey don Sancho y El saco de Roma. De igual manera, destaca Juan del Encina
quien fue un dramaturgo del teatro medieval y el renacentista quien en
las quince églogas que de él se conservan, se ve el tránsito de lo
medieval en la concepción de las representaciones pastoriles a una nueva
perspectiva renacentista. Así mismo, Gil Vicente, se considera en general, el
padre del teatro portugués, o incluso del teatro ibérico ya que escribió
también en español y compartió la autoría del teatro español con Juan del
Encina.
De
igual manera, Lope de Rueda, fue un poeta y dramaturgo español perteneciente al
denominado Siglo de Oro del arte español. Sus obras fueron escritas al estilo
de la comedia italiana, adaptadas al teatro español de la dramaturgia italiana,
consolidando la influencia italianizante en la lírica castellana. De igual
manera, Juan de la Cueva con sus obras dramáticas adaptó al teatro español la
tradición clásica y fue precursor del teatro nacional de Lope de Vega, escribiendo
dramas de temas clásicos, históricos y nacionales.
Representantes del teatro renacentista
La
primera generación está formada por autores aún vinculados con la tradición medieval.
Entre ellos sobresalen Juan del Encina, autor de las piezas dramáticas que él
denominó églogas (Égloga de Plácida y Victoriano), el portugués Gil Vicente,Lucas
Fernández o Bartolomé Torres Naharro. A la segunda generación pertenece Lope de
Rueda y los autores del grupo valenciano que se integran en un ambiente teatral
profesionalizado. La tercera generación está representada por Juan de la Cueva,
que trata fundamentalmente temas históricos y nacionales como en Tragedia de
los siete infantes de Lara, La muerte del rey don Sancho y El saco de Roma.
Juan
del Encina:Como dramaturgo, Encina se sitúa a caballo del teatro medieval y el
renacentista. En las quince églogas que de él se conservan, se percibe el tránsito
de un inicial marco medieval en la concepción de las representaciones pastoriles
a una nueva perspectiva renacentista. Gil Vicente: A menudo se considera, en
general, el padre del teatro portugués, o incluso el teatro ibérico ya escribió
también en español y compartió la paternidad del teatro español de Juan del
Encina.
Lope
de Rueda: Fue un poeta y dramaturgo español perteneciente al Siglo de Oro. Sus
obras están escritas al estilo de la comedia italiana y suponen el triunfo en
el teatro español de la adaptación de la dramaturgia italiana, en un momento en
que la influencia italianizante en la lírica castellana estaba completamente
consolidada.
Juan de la Cueva: Su obra dramática adaptó al teatro español la tradición clásica y¡ fue precursora del teatro nacional de Lope de Vega. Escribió dramas de tema clásico e histórico y nacional.
Juan de la Cueva: Su obra dramática adaptó al teatro español la tradición clásica y¡ fue precursora del teatro nacional de Lope de Vega. Escribió dramas de tema clásico e histórico y nacional.
Obra representativa: La Celestina.
La
Celestina se escribe durante el reinado de los Reyes Católicos, cuyo
matrimonio se celebra en 1469 y alcanza hasta 1504, año de la muerte de Isabel
la Católica, que ocupa la última fase del Pre-renacimiento en España. Durante
esta unión dinástica de los reinos de Castilla y Aragón se produce en 1492 el
descubrimiento de América, la conquista de Granada y la expulsión de los
judíos, tres hechos de gran significado en la historia de España. Es también el
año en que Antonio de Nebrija publica la primera gramática de la lengua
castellana lo que, junto a la actividad docente del propio Nebrija en la
Universidad de Salamanca donde estudió.
Fernando
de Rojas, propicia la irrupción del Humanismo en España. Así, convencionalmente
y a efectos didácticos, se sitúa en este año, 1492, el comienzo de la
transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Es, precisamente, en la década
de los noventa del cuatrocientos cuando aparecen las primeras ediciones de
la Comedia de Calisto y Melibea.
Ediciones
La
primera cuestión en el estudio de esta obra capital es el gran número de ediciones
existentes y de variantes entre ellas en sus primeros años y el hecho de que la
obra se amplía de 16 a 21 actos, con diferentes teorías sobre la existencia de
ediciones anteriores o posteriores a su fecha oficial. Existen dos versiones principales
de la obra, la que llamaremos Comedia, que cuenta con 16 actos, y la que
llamaremos Tragicomedia, que cuenta con 21. Autoría: Aunque el autor es Fernando
de Rojas, existe cierta controversia en este punto, en parte inducida por el
mismo autor.
La
obra no va firmada y Fernando de Rojas es el nombre que encontramos en el acróstico
de los versos preliminares a la obra, a los que acompaña la carta donde se dice
que hacia 1497 encontró la Comedia sin terminar; según José Guillermo García
Valdecasas y José Antonio Bernaldo de Quirós Mateo, el primer autor no se
limitaría al primer acto, sino que habría escrito toda la Comedia hasta la
muerte de Calisto, mientras que Rojas añadiría el final y la prosiguió en un
lugar que llama primer acto y comienzo del segundo, mientras estudiaba leyes en
Salamanca, al haberle gustado mucho, y añadió quince más hasta concluir (se
refiere, claro está, a la primera versión, la Comedia).
Música
La
música del teatro renacentista Los creadores e intelectuales del renacimiento intentaron
restaurar los ideales artísticos de la antigüedad clásica. El espíritu de la época
se reflejó en las canciones profanas y en la música cortesana, que pasaron a
integrarse en la vida del arte y de las letras. El dramaturgo inglés William Shakespeare
utilizó canciones y baladas populares en sus obras y sus propios versos
inspiraron a numerosos compositores de canciones y de música orquestal para
teatro. “Greensleeves” de Shakespeare.
La Reforma protestante: puso
fin al teatro religioso a mediados del siglo XVI, y un nuevo y dinámico teatro
profano ocupó su lugar. Aunque los autos y los ciclos con su simplicidad
parezcan estar muy lejos de los dramas de Shakespeare y Moliére, los temas de
la baja edad media sobre la lucha de la humanidad y las adversidades, el giro
hacia temas más laicos y preocupaciones más temporales y la reaparición de lo
cómico y lo grotesco contribuyeron a la nueva forma de hacer teatro. Además, la
participación de actores profesionales en las obras fue sustituyendo poco a
poco a los entusiastas aficionados.
El
renacimiento empezó en diferentes momentos dependiendo del lugar de Europa y no
fue nunca un cambio repentino sino un lento proceso de evolución en las ideas y
valores de la época. En el teatro, supuso un intento de recrear el drama
clásico. Como los métodos de producción y representación clásicos no se
conocían perfectamente, el teatro del renacimiento tomó una forma totalmente
nueva con algunos visos de clasicismo. Esta fórmula se conoce generalmente como
neoclasicismo.
Desde
un punto de vista filosófico el humanismo es una actitud que hace hincapié en
la dignidad y el valor de la persona. Uno de sus principios básicos es que las
personas son seres racionales que poseen en sí mismas capacidad para hallar la
verdad y practicar el bien.
Teatro en el Renacimiento
El
Renacimiento recuperó el goce de vivir, al ser humano como centro del interés cultural,
la valoración del amor entre hombres y mujeres, la reivindicación del cuerpo
humano frente al rechazo medieval de la vida y el cuerpo, en beneficio
del alma y de la muerte, que llevaría a las almas al más allá. Estos
principios, naturalmente, tienen la máxima importancia en el desarrollo del
teatro, que es reflejo de la vida y revelación de la humanidad subyacente en
ella.
Como
ocurre con otras artes, el teatro renacentista tiene una gran importancia en Italia,
si bien su valor consiste sobre todo en su aportación a la técnica de representación
y a los aspectos espaciales y escenográficos. Durante esta época también se
desarrolla un tipo de teatro popular, la llamada Commedia dell’ arte, que
tendrá la máxima trascendencia e influencia en el teatro posterior europeo.
El
teatro se desarrolla en las cortes italianas con gran despliegue de medios visuales
y musicales, acompañado de danza y música, con espectaculares vestuarios y
tramoya. Se solía representar una obra, la mayoría de las veces de origen
clásico (romana o griega, sobre todo comedia), pero el interés estaba en los llamados intermezzi,
donde toda imaginación tenía su lugar. Danzas supuestamente exóticas, moriscas
o de la Antigüedad clásica, mundos fantásticos y mitológicos, eran
representadas en estos intermedios, que terminaron devorando literalmente al
drama o parte teatral. Estos alardes de luces, coreografías, vestuario y
escenografía, impidieron el desarrollo de un teatro autónomo, como el que ya
empezaba en Inglaterra y España, pero por otra parte aportaron innovaciones
considerables a la escenografía y maquinaria teatral. Una de estas innovaciones
fue obra de pintores y arquitectos, con el descubrimiento de la perspectiva y
sus principios, que permitieron la elaboración de decorados que sugerían las
tres dimensiones; con ellos nace la escenografía moderna.
La Commedia dell’Arte
Como
ya se ha dicho, se desarrolla en Italia una forma de teatro popular, que se improvisaba
sobre un escenario, sin texto previo; los actores usaban máscaras y vestuario
tipificado según el personaje interpretado, que era fijo y característico: Pantalone,
Il Dottore, Arlecchino, Colombina, etc. Cada personaje procedía de una región
italiana y hablaba con su acento peculiar. Los actores que los interpretaban fueron
los primeros actores profesionales, pues vivían de su trabajo y solían estar especializados
en un determinado personaje. Los argumentos eran improvisados; se han
catalogado más de ochocientos. Los tipos de personajes eran la pareja de enamorados,
los viejos, los criados, las vecinas murmuradoras y los fanfarrones. El
argumento era siempre una historia de amores contrariados e infidelidades. Los actores
tenían una gran habilidad para combinar los fragmentos fijos con las variaciones,
e iban siguiendo los derroteros argumentales que proponían sus compañeros de
grupo, a veces modificados por los gustos del público del lugar donde actuaban.
La escenografía era invariablemente una calle y dos casas enfrentadas, pues no
se concebía la representación dentro de una casa, cuyas paredes impedirían ver
los sucesos del interior.
La
Commedia dell’Arte tuvo una vida larga; aparece en el siglo XVI en Italia y se
extiende por toda Europa. Lope de Vega conoció los primeros textos y
Shakespeare se inspira en ellos para escenas de sus comedias. Molière inventa a
mediados del siglo XVII el personaje de Pierrot inspirado en Arlecchino, y la
carrera triunfal de este género se extiende a lo largo del XVII y XVIII, sobre
todo por Francia y España.
Referencias bibliográficas
Meneghelli, Eduardo (S. F.) Tipos de teatro. Recuperado de http://eduardomeneghelli.com.ar/762/tipos-de-
teatro
Teatroceh (S. F.) Renacimiento. Recuperado de http://teatroceh.wikispaces.com/Renacimiento
Escolares.net (S. F.) Teatro en el renacimiento. Recuperado de
http://www.escolares.net/arte/teatro-en- el-renacimiento/
Artes Escénicas (2009) Teatro renacentista. Recuperado de http://arteescenicas.wordpress.com/2009/11/22/unidad-didactica-
ii-3- teatro-renacentista/
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