Giovanni Boccaccio
Departamento de letras – Jornada nocturna.
L4.02 Literatura europea (española) del Renacimiento.
Dr. Mario René Dardón.
PEM en Lengua y Literatura.
Karla Alejandra Medina Lopez, Carné: 201705809
Yeimy Edith Alvarez Galvez, Carné: 201703794
Giovanni Boccacio
Biografías y vidas (S. F) Boccacio. Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/boccaccio.htm
Pajareschn Luis (2015) Obras más relevantes de Boccaccio. Recuperado de
http://luispajareschn.blogspot.com/2015/12/obras-mas- relevantes-de- boccaccio-en.html
Giovanni
Boccaccio nació en julio de 1313, hijo ilegítimo del mercader Boccaccio di Chellino,
agente de la poderosa compañía mercantil de los Bardi. No se sabe con certeza la
identidad de su madre. Se discute dónde nació Boccaccio: pudo haber nacido
en Florencia, en Certaldo o, incluso, según algunas fuentes, en París,
lugar al que su padre debía desplazarse a menudo por razón de su trabajo. Su
infancia transcurrió en Florencia, y que fue acogido y educado por su padre, e
incluso continuó viviendo en la casa paterna después de 1319, cuando el
mercader contrajo matrimonio con Margherita dei Mardoli. Boccaccio vivió en
Florencia hasta 1325 o 1327, cuando fue enviado por su padre a trabajar en la
oficina que la compañía de los Bardi tenía en Nápoles.
Obras más relevantes de Boccaccio
Como
Boccaccio mostraba escasa inclinación hacia los negocios, el padre decidió en
1331 encaminarlo hacia el estudio del derecho canónico. Tras un nuevo fracaso, se
dedicó por entero a las letras, bajo la tutela de destacados eruditos de la
corte napolitana, como Paolo da Perugia y Andalò di Negro.
Frecuentó el ambiente refinado de la corte de Roberto de Anjou, de quien
su padre era amigo personal. Entre 1330 y 1331 el poeta stil nuovo, Cino da
Pistoia, enseñó Derecho en la Universidad de Nápoles, quien tuvo una
influencia notable en el joven Boccaccio.
La
mañana del 30 de marzo de 1331, sábado santo, cuando el autor
tenía diecisiete años, conoció a una dama napolitana de la que se enamoró apasionadamente
—el encuentro se describe en su obra Filocolo—, a la que inmortalizó con
el nombre de Fiammetta («Llamita») y a la que cortejó sin descanso con
canciones y sonetos. Es posible que Fiammetta fuese María de Aquino, hija
ilegítima del rey y esposa de un gentil hombre de la corte, aunque no se han
encontrado documentos que lo confirmen. Fiammetta abrió a Boccaccio
las puertas de la corte y, lo que es más importante, lo impulsó en su
incipiente carrera literaria. Bajo su influencia escribió Boccaccio sus novelas
y poemas juveniles, desde el Filocolo al Filostrato, la Teseida,
el Ameto, la Amorosa visión y la Elegía de Madonna
Fiammetta. Se sabe que fue Fiammetta la que puso fin a la relación entre los
dos, y que la ruptura le causó a Boccaccio un profundo dolor.
En
diciembre de 1340, después de al menos trece años en Nápoles, tuvo que regresar
a Florencia a causa de un grave revés financiero sufrido por su padre. Entre
1346 y 1348 vivió en Rávena, en la corte de Ostasio da Polenta, y
en Forlì, como huésped de Francesco Ordelaffi; allí conoció a los poetas Nereo
Morandi y Checco di Melletto, con los cuales mantuvo después correspondencia.
En
1348 regresó a Florencia, donde fue testigo de la peste que describe
en el Decamerón. En 1349 murió su padre, y Boccaccio se estableció
definitivamente en Florencia, para ocuparse de lo que quedaba de los bienes de
su padre. En la ciudad del Arno llegó a ser un personaje apreciado por su
cultura literaria. El Decamerón fue compuesto durante la primera
etapa de su estancia en Florencia, entre 1349 y 1351. Su éxito
le valió ser designado por sus conciudadanos para el desempeño de varios cargos
públicos: embajador ante los señores de Romaña en 1350, camarlengo de
la Municipalidad (1351) o embajador de Florencia en la corte papal
de Aviñón, en 1354 y en 1365.
En
1351 le fue confiado el encargo de desplazarse a Padua, donde
vivía Petrarca, a quien había conocido el año anterior, para invitarlo a
instalarse en Florencia como profesor. Aunque Petrarca no aceptó la propuesta,
entre ambos escritores nació una sincera amistad que se prolongaría hasta la
muerte de Petrarca, en 1374.
La
tranquila vida de estudioso que Boccaccio llevaba en Florencia fue interrumpida
bruscamente por la visita del monje sienés Gioacchino Ciani, quien lo
exhortó a abandonar la literatura y los argumentos profanos. El monje causó tal
impresión en Boccaccio que el autor llegó a pensar en quemar sus obras, de lo
que fue afortunadamente disuadido por Petrarca.
En
1362 se trasladó a Nápoles, invitado por amigos florentinos, esperando
encontrar una ocupación que le permitiese retomar la vida activa y serena que
había llevado en el pasado. Sin embargo, la ciudad de Nápoles en la época
de Juana I de Anjou era muy diferente de la ciudad próspera, culta y
serena que había conocido en su juventud. Boccaccio, decepcionado, la abandonó
pronto. Tras una breve estancia en Venecia para saludar a Petrarca,
en torno al año 1370 se retiró a su casa de Certaldo, cerca de Florencia, para
vivir aislado y poder así dedicarse a la meditación religiosa y al estudio,
actividades que solo interrumpieron algunos breves viajes a Nápoles en 1370 y
1371. En el último período de su vida recibió del ayuntamiento de Florencia el
encargo de realizar una lectura pública de La Divina Comedia de Dante,
que no pudo concluir a causa de la enfermedad que le causó la muerte el 21
de diciembre de 1375.
Obras más relevantes de Boccaccio
La caza de Diana:
escrita en Nápoles hacia 1334, La caza de Diana (La caccia di Diana) es un
breve poema erótico compuesto de dieciocho cantos escritos en tercetos. Su argumento
puede resumirse como sigue: mientras el poeta se encuentra absorto en sus penas
amorosas, un espíritu gentil enviado por la diosa Diana convoca a las más
bellas damas napolitanas (de las que se citan sus nombres, apellidos y hasta
hipocorísticos) a la corte «dell’alta idea». Guiadas por la desconocida amada
del poeta, las damas llegan a un valle. Allí se bañan en un río. Después, Diana
divide a las jóvenes en cuatro escuadras y la caza da comienzo. Cuando las
presas son reunidas en un prado, Diana invita a las damas a hacer un sacrificio
a Júpiter y a consagrarse al culto de la castidad. La amada de Boccaccio se
rebela y en nombre de todas declara que es otra su inclinación. Diana se desvanece
en el cielo y la donna gentile (la amada del poeta) pronuncia una oración a
Venus. La diosa aparece y transforma a los animales capturados —entre los cuales
está el poeta, en forma de ciervo— en fascinantes jóvenes. El poema concluye
con la imagen del poder redentor del amor (motivo constante en la obra de Boccaccio).
El Filocolo: el Filocolo es una extensa y farragosa novela, en prosa, que narra la leyenda
de Florio y Biancofiore (Blancaflor), de origen francés y muy difundida en el
Medioevo en varias versiones. Boccaccio posiblemente se inspiró en la obra toscana
Il Cantare di Fiorio e Biancifiore, basada a su vez en un poema francés del siglo
XII.
La
obra fue compuesta probablemente entre 1336 y 1338, a instancias de Fiammetta,
según refiere el propio Boccaccio en el prólogo. El título es una invención del
autor, y en mal griego querría significar algo así como «fatiga de amor».
El Filóstrato: el Filóstrato es un poema narrativo de argumento clásico escrito en octavas
reales y dividido en ocho cantos. El título, formado por una palabra griega y otra
latina, puede traducirse aproximadamente como «Abatido por el amor».
El
poema tiene un argumento mitológico: narra el amor de Troilo, hijo menor de Príamo,
por Crésida, hija de Calcante, el adivino troyano que, previendo la caída de la
ciudad, se ha pasado a los griegos. Troilo conquista a Crésida con la ayuda de
su amigo Pándaro, primo de la joven. Sin embargo, en un intercambio posterior
de prisioneros, Crésida es enviada al campamento griego. Allí, el héroe griego Diomedes
se enamora de ella, y es correspondido por la joven. Troilo llega a conocer la
traición de su amada cuando el troyano Deífobo lleva a la ciudad la vestimenta
que ha arrebatado en batalla a Diomedes, sobre la que hay un broche que
pertenecía a Crésida. Troilo, enfurecido, se lanza a la lucha buscando enfrentarse
con Diomedes, pero, aunque consigue hacer estragos entre las filas griegas, no
da con él, y es abatido por Aquiles.
La Teseida:
según algunos autores, la Teseida, cuyo nombre completo es Teseida delle nozze
di Emilia (‘Teseida de las bodas de Emilia’) es el primer poema épico compuesto
en italiano. Utilizando, como en el Filóstrato, la octava real, Boccaccio narra
en esta obra las guerras que el héroe griego Teseo sostuvo contra las amazonas
y contra la ciudad de Tebas. El poema se divide en doce cantos, a imitación de
la Eneida de Virgilio y de la Tebaida de Estacio.
A
pesar de su componente épico, Boccaccio no deja por completo de lado el tema
amoroso. La Teseida narra también el enfrentamiento de dos jóvenes tebanos, Palemón
y Arcita, por el amor de Emilia, hermana de la reina de las amazonas y esposa
de Teseo, Hipólita. La obra contiene también una extensa y alambicada carta a
Fiammetta, y doce sonetos que resumen los doce cantos de que consta el poema.
La Comedia de las ninfas
florentinas (Ameto): conocida también como
Ninfale d’Ameto o simplemente Ameto, del nombre de su protagonista, fue
compuesta probablemente entre 1341 y 1342. Se trata de una fábula
idílico-alegórica escrita en prosa, aunque se intercalan fragmentos en tercetos
encadenados. Esta mezcla de prosa y verso no es novedosa, ya que se encuentra
en numerosas obras medievales, como la Vita nuova de Dante o De nuptiis
Philologiae et Mercurii (Bodas de Mercurio y la Filología), de Marciano Capella.
Una vez más, el tema de Boccaccio es el poder redentor del amor, que permite al
hombre pasar de su ignorancia al conocimiento y la comprensión del misterio de
Dios.
El Decamerón:
El Decamerón (Decamerón, en italiano) es un libro constituido por cien cuentos,
algunos de ellos novelas cortas, escritos por Giovanni Boccaccio entre 1351 y
1353, donde se desarrollan tres temas principales: el amor, la inteligencia humana
y la fortuna. Las primeras copias se leían, se intercambiaban e incluso se robaban.
Éstas estaban en manos de mercaderes y fueron el pasatiempo para los lectores
más comunes e ingenuos de la época.
Para
engarzar las cien historias, Boccaccio estableció un marco de referencia narrativo.
La obra comienza con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste
negra que golpeó a Florencia en 1348), lo que da motivo a que un grupo de diez
jóvenes, siete mujeres y tres hombres que huyen de la plaga, se refugien en una
villa en las afueras de Florencia.
Con
el fin de entretenerse, cada miembro del grupo cuenta una historia por cada una
de las diez noches que pasan en la villa, lo que da nombre en griego al libro:
δέκα déka “diez” y ἡμέραι hēmérai “días”. Además, cada uno de los diez personajes
se nombra jefe del grupo cada uno de los diez días alternadamente. Cada día, a
excepción del primero y noveno en que los cuentos son de tema libre, uno de los
jóvenes es nombrado «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos.
Los
temas son casi siempre eróticos, a tono con la mentalidad burguesa que empezaba
a fraguarse en Florencia: la inteligencia humana, la fortuna y el amor. Cada
día también incluye una breve introducción y una conclusión, que describen otras
actividades diarias del grupo, además del relato de historias. Estos
interludios del cuento incluyen con frecuencia las transcripciones de canciones
populares italianas en verso.
La
importancia del Decamerón estriba en gran parte en su muy cuidada y elegante
prosa, que estableció un modelo a imitar para los futuros escritores del Renacimiento,
pero también en haber constituido el molde genérico de la futura novela
cortesana, no sólo en Italia a través de los llamados novellieri (Franco Sachetti,
Mateo Bandello, Giraldi Cinthio, etc.), sino en toda Europa (El Patrañuelo de
Juan de Timoneda, las Novelas Ejemplares de Cervantes, etc.).
El
Decamerón describe detalladamente los efectos físicos, psicológicos y sociales
que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa. Los argumentos básicos de
las historias no son generalmente invención de Boccaccio; de hecho, se basan en
fuentes italianas más antiguas, o en algunas ocasiones en fuentes francesas o
latinas. Cabe mencionar que algunas de las historias que contiene el Decamerón
aparecen más adelante en los Cuentos de Canterbury de Chaucer.
Se
puede considerar el Decamerón como obra precursora del Renacimiento por la
concepción profana del hombre, la ausencia de rasgos fantásticos o míticos, y
la burla de los ideales medievales, lo que dota a la obra de un carácter
claramente antropocéntrico y humanista. Los jóvenes que llevan adelante las
diez jornadas instauran la idea del carpe diem en contraposición al tópico
literario del ubi sunt. Puede apreciarse una paulatina desmitificación de la
idea de la tierra como simple tránsito hacia la vida eterna.
Los
personajes de Boccaccio son seres comunes, defectuosos y desprovistos de
cualquier valor noble, caballeresco o cortés, propio de una sociedad feudal;
por el contrario, destacan los ladrones, embusteros y adúlteros, y se enaltece
su astucia, que les permite salir airosos de las situaciones descritas, a
diferencia de la antigua concepción medieval, donde el protagonista o héroe de
la historia poseía facultades inherentes a su ser, como la belleza o la fuerza,
y asociadas siempre a la nobleza y la divinidad. Finalmente, el fuerte sentido
anticlerical de las historias de Boccaccio le aleja de la concepción
teocéntrica medieval.
En
esta obra el dios del amor, Eros, rige el mundo. Los dos sexos, tanto el varón
como la mujer, son criaturas destinadas al amor, que se entiende de una manera
definidamente sensual y que, por consiguiente, debe ser experimentado corporalmente.
El
Decamerón se escribió cuando la Edad Media llegaba a su fin. Así, mientras la
peste arrasaba provocando estragos alrededor, en este jardín florece todo un mundo
de historias vitales y de sobrecargada sensualidad.
Todas
las historias eróticas de Bocaccio se corresponden con la imagen medieval de la
mujer, proclive a caer en las tentaciones de la carne. Se la considera como a
una hija de la seductora Eva, muy difícil de saciar. Se repite la idea de que, si
el marido no satisface a la mujer, ésta se procurará el placer por otros
caminos.
Formalmente,
El Decamerón se encuentra estructurado de la siguiente manera: una introducción
que hace de la peste el marco general del texto y diez jornadas. Estas últimas
podrían sintetizarse bajo los rótulos que se detallan a continuación:
Jornada
I - Ciappelletto (Judas)- Vicios;
Jornada
II Y III - Fortuna y mercantilización;
Jornada
IV - Cuentos de amor con final trágico;
Jornada
V - Cuentos de amor con final feliz;
Jornada
VI, VII Y VIII - Ingenio;
Jornada
IX - Microcosmos;
Jornada
X - Griselda (María).
Por
otra parte, las circunstancias descritas en el Decamerón son susceptibles de
una interpretación alegórica influida por la numerología medieval. Por ejemplo,
se cree que las siete jóvenes mujeres representan las cuatro Virtudes
cardinales y las tres Virtudes teológicas (Prudencia, Justicia, Templanza, y
Fortaleza; Fe, Esperanza, y Caridad), y se supone que los tres hombres
representan la división tripartita griega tradicional del alma (Razón, Apetito
Irascible, y Apetito Concupiscible). El mismo Boccaccio indica que los nombres
que dio a estos diez personajes son de hecho seudónimos «elegidos apropiadamente
de acuerdo a las cualidades de cada uno». Los nombres italianos de las siete
mujeres, en el mismo orden significativo según el texto original son: Pampinea,
Fiammetta, Filomena, Emilia, Laureta, Neifile, y Elissa. Los nombres de los varones
son: Panfilo, Filostrato, y Dioneo.
Referencias bibliográficas
Biografías y vidas (S. F) Boccacio. Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/boccaccio.htm
Pajareschn Luis (2015) Obras más relevantes de Boccaccio. Recuperado de
http://luispajareschn.blogspot.com/2015/12/obras-mas- relevantes-de- boccaccio-en.html
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